![]() Estaré escribiendo en este blog algunos puntos importantes de la serie de mensajes que estuve predicando en la Iglesia Evangélica Unida de Caguas por 3 días. En la carta a los Efesios, Pablo le hace una recomendación de tomar una seria decisión. Esta decisión nos libera y nos lleva a actuar como Cristo actuó en nosotros. Me explico. Dice efesios 4:30 " No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes…. quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, griterías, maledicencia, malicia..." Es importante saber desde un principio que para perdonar y poder sanar nuestro corazón herido, la decisión de quitarse ese sentimiento es nuestra. Podemos pasar al altar para pedir que Dios nos sane... pero él no lo va hacer, porque es nuestra responsabilidad. Somos nosotros los que decidimos guardar asuntos no resueltos. Estos asuntos sin resolver son aquellos que dijimos en algún momento " Se nos olvidara con el tiempo" " algún día lo perdonare" Lo interesante de guardar asuntos es que en el momento parece que todo estará bien, pero en el futuro, tu convivencia con los demás se verá afectada por esos asuntos que están guardados ahí y que salen a relucir en momentos donde inconscientemente tu mente recuerda esos acontecimientos, aunque tu ni sabes el porque te sientes con ese coraje y esa amargura. Comenzamos a sentirnos oprimidos por los demás, pensamos que todos nos quieren hacer daño, sentimos que no avanzamos en la vida, aunque estemos caminando hacia el frente. Jesús, a los pies de la cruz tomo una decisión que sería una enseñanza para este tiempo en cuanto como perdonar. "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" Esta Acción de Jesús es muy fuerte. No muchos la pueden entender ni mucho menos imitar. Jesús estaba pidiendo a su Padre, que les quitara toda culpa a las personas que le estaban castigando y burlando en la cruz. Es una muestra de perdón inmensa. Digo que no muchos quieren imitar porque a nosotros nos gusta ver la venganza y la ira de Dios en las personas que nos hacen mal. Utilizamos textos como "Mia es la venganza" para saber que Dios está contigo pro al otro lo castigará. Nos gusta esperar el momento que le ocurra un accidente o alguna enfermedad a la otra persona que te hizo daño, para justificar tu pensamiento que es que Dios te está defendiendo a ti, pero al otro no. El cristiano se crece, no cuando pensamos que Dios castigará al otro pensando que somos más espirituales o somos más hijos de Dios porque al otro le ira mal porque te hizo daño. El cristiano se crece cuando a sabiendas de que esa persona te ha hecho mal, le pides a Dios que lo perdone y lo bendiga de la misma forma que tu deseas bendición y prosperidad para tu vida. El pedir a Dios que lo perdone, es pedirle a Dios que le quite toda culpa porque en tu corazón hay esa libertad y esa madurez para perdonar. El perdonar nos hace desear el bien a los demás aun cuando no se lo merecen. Pablo cierra el texto de Efesios 4 diciendo lo siguiente: “Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.” Efesios 4:32 RVES Ese final es importante afirmarlo, perdonándonos los unos a los otros, como también Dios nos perdonó en Cristo... la pregunta medular seria Usted y yo merecíamos el perdón? ¡No! Sin embargo, Dios nos perdonó sin merecerlo por su gracia. De la misma forma tenemos que perdonar a los demás. Asó podemos dar testimonio de que Cristo mora dentro de nosotros. Liberarnos de ese sentimiento y liberando a otros como Dios lo hizo en nosotros. Ahora bien, la falta de perdón produce en nosotros que veamos las cosas distorsionadas. Hace que pensemos que todos están en nuestra contra. Por años he visto a personas heridas en las iglesias, marcadas por cosas que otros le han hecho o han dejado de hacer. El problema de este asunto es el siguiente. La persona herida, ve a los demás como enemigos y busca la manera de saciar su sed de venganza y de justicia por su falta de perdón. El asunto no es quien nos hace daño, el problema está en esperar más de lo que las personas en las iglesias nos pueden dar, sabiendo que son personas igual que nosotros que están en proceso de transformación. Por esos hay tantas frustraciones y desilusiones. Pero que bueno que tenemos una herramienta muy importante y poderosa. El perdón. Que bueno que la palabra nos invita a sacar de nosotros todo aquello que nos afecta. 1 corintios 13:5 dice: "El que ama No se enoja por cualquier cosa. No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.” El cristiano, no vive guardando asuntos para mortificarse o mortificar a otros. No se enoja con facilidad, y busca soluciones reales con el dialogo. El problema es que nosotros nos gusta utilizar la biblia a nuestra conveniencia... Textos como "Mia es la Venganza" para saber que tú eres más hijo o hija de Dios que la otra persona. Que eres más espiritual que la otra persona y por eso esperamos que algo le suceda. Esperamos que le ocurra un accidente, una enfermedad, o cualquier desastre en su vida para justificar que proviene como castigo por meterse con un ungido o ungida de Dios. Así alimentamos nuestro ego, y no nos percatamos que esto causa más divisiones y más destrucciones en el pueblo de Dios. Hay tres asuntos que tenemos que trabajar a la hora de perdonar: 1. Orgullo: El pensar que siempre estamos en lo correcto y los demás no, el mundo se tiene que rendir ante ti porque eres un ungido, la persona que te fallo, tiene que ir a donde ti para pedirte perdón o si no, no hay perdón. Tiene que humillarse por lo que me hizo. Esto es un serio problema. El orgullo nos lleva más a ese resentimiento y amargura. Por eso entiendo que debemos de romper con nuestro orgullo y ser más como Jesús, que aun en la cruz, perdono a todos los que le castigaban y los libró de toda culpa. 2. Auto-justificación: "Dios está conmigo y ya el me quito este sentimiento, yo lo perdone, no tengo que hablar con nadie, el tiempo me dará la razón..." Mayormente nuestro orgullo nos lleva a auto justificarnos, el pensar que ya se resolvió todo porque Dios está con nosotros.... Esto causa atraso en nuestras vidas. Dios quiere que avancemos y que caminemos hacia el frente, pero la falta de perdón y la auto justificación nos atrasan y nos paralizan. 3. Autocompasión: Llegamos a la iglesia con las caras tristes o enojados, nos aislamos de las personas para saber quién nos quiere y quien no porque no nos llaman, etc. Todo esto tiene un propósito, que nos pregunten que nos sucede. porque ahí tenemos la oportunidad de hablar del mal que la otra persona nos ha hecho, de poder llenar nuestro vacío, y de que alguien sepa cuan herido estamos. El asunto es que la iglesia no está llamada a aumentar la auto compasión en los hermanos si no a ayudarlos a crecer y a enderezar sus vidas. Si no, veremos que las mismas personas estarán durante todo el año saliendo y viviendo buscando que alguien les llame para sentirse importante, estarán sintiéndose enojados con personas que piensen distintos y que todos estarán en su contra. Todos esto porque no hemos trabajado con asuntos ocultos en nuestro corazón "mente" Cuando decides amar y perdonar, el perdón, hace que veamos la maldad de la otra persona, pero escoge por eliminarla de su vida, por borrar las ofensas, por sanarlas, por cultivar mejores relaciones. No le damos riendas sueltas a las maquinaciones, a las películas mentales. La biblia dice: "Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durar todo el día, ni deben darle al diablo oportunidad de tentarlos. Efesios 4:26-27 Muchas veces nos acostamos con ese coraje y al otro día tomamos decisiones incorrectas, pero fue que no supimos trabajar con nuestras emociones. Le damos lugar a las maquinaciones del enemigo, nos enojamos con mucha facilidad, no aguantamos críticas de otras personas y todo lo vemos personal. Estos son síntomas de que hay asuntos que no hemos trabajado y tenemos que abrirnos al perdón total. El enemigo sabe que, si guardamos rencor, no sanamos, somos presa fácil para trabajar con nuestras emociones, para pensar que todos nos odian. Pero que bueno, que Dios nos invita a que nosotros tomemos la mejor decisión, perdonar. La invitación es a perdonar, a liberar. En su libro Perdón Total, R.T. Kendall, dice que el perdón total es la capacidad de eliminar esos acontecimientos, de hacerlo sin que nos quede nada por dentro. En lo personal pienso que Dios nos hizo con memoria, pero tenemos la capacidad de reemplazar esos acontecimientos. Cada vez que lleguen pensamientos de odio, de venganza, reemplazarlos por esas experiencias buenas que te hacen feliz. Amar es la mejor opción, y amar nos lleva a perdonar. En fin, Dios no solo conoce los pecados que hemos cometido, sino también los pecados que somos capaces de cometer. El conoce nuestros corazones. El ve lo que hay en nuestro interior. No perdonar no sólo conduce a una vida llena de amarguras, sino también nos lleva a vivir con ansiedades y esperando respuestas falsas…. sobre todo… vivir enfermos. Dios nos da motivos para perdonar. Dios nos invita a sanar. Hay que aprender a perdonar totalmente. Hay que ser libres y dejar que otros también sean libres, aunque no se lo merezcan… en fin, eso fue lo que Jesús hizo contigo y conmigo. ¡Te ama! Pastor Carlos Armando
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Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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