Arrojen a la basura todas las maldades que cometieron contra mí. Vuelvan a amarme de todo corazón, y busquen recibir nueva vida. ¡Ustedes, israelitas, no tienen por qué morir! ¡Yo no quiero que mueran! ¡Apártense de la maldad, y vivirán! Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.
(Eze 18:31-32) El libro de Ezequiel es un libro complejo. Está lleno de símbolos, de visiones, de profecías, de mensajes hacia un pueblo que constantemente le fallaba a Dios en sus acciones. De hecho, cuando Dios llama a Ezequiel, le advierte que el pueblo será terco pero que aun así se mantuviera fiel al mensaje. Todos estos mensajes, estaban cargados de juicio, castigos… y esto cada vez más hacia culpable a ellos. No hay nada peor que sentir o tener un sentido de culpabilidad. Pero así era el pueblo. Históricamente fue un pueblo terco, un pueblo difícil donde ellos de alguna manera intentaban agradara Dios, pero por otra parte de le fallaban con sus acciones. Esa lucha de querer hacer lo correcto, pero imagínese, todavía ellos estaban en el proceso de todo loque habían experimentado. Cuando llegamos al capítulo 18 de Ezequiel, vemos que ya el mensaje de Ezequiel va suavizando. Ya está viendo un proceso de transformación en el pueblo porque la realidad de todo es que Dios quiere que el pueblo solo le obedeciera.
Esto es importante entenderlo, porque nosotros siempre tendremos una lucha con lo correcto (obedecer) o lo incorrecto (desobedecer) En griego, obediencia se define como jupakuo: escuchar, dar oído… someterse. Ahí es que se encuentra el problema. Para poder obedecer tenemos que prestar oído a lo que Dios desea para nosotros. Ese trabajo es complicado porque cuando Dios le dice a Ezequiel que el pueblo se mantendrá terco, una persona terca es una persona que no escucha al otro. (ejemplo de los hombres a cierta edad) Entonces reflexiono en nuestra sociedad, en las familias, en nuestros hijos que se hacen los sordos cuando uno los llama a bañarse… que lio con eso. Pero diles que hay mantecado o pizza para que veas como escuchan bien. Nosotros tenemos ese mismo problema con Dios. Queremos escuchar lo que nos conviene y no lo que Dios nos requiere. La obediencia es una palabra que la escuchamos desde niño, desde jóvenes y desde adulto. Debe de ser parte de nuestros valores como creyentes. Pero vemos como desde la antigüedad el pueblo de Israel, su gente fallaba constantemente ante lo que Dios le requería. No podemos perder de perspectiva que esto es una historia del Antiguo testamento, que trae consigo una profecía cargada de terror, pero a su vez esperanza a los que fueran obedientes a Dios. Mi Sociedad: Mi sociedad vive en desenfreno. ¿Cuál sería la problemática mayor en este tiempo?
Ezequiel como profeta, encontraba a un pueblo lleno de maldad, de pecado, de desobediencia. Pero ante ese panorama, pudo ver que había una oportunidad. Siempre en Dios hay oportunidades. Por lo menos ese es el Dios que yo conozco. Un Dios amoroso que busca siempre darle amor a su pueblo. Nosotros en nuestras interpretaciones entendemos como muchos profetas de igual forma entendieron que Dios debería de castigar al pueblo por su pecado, Dios entonces se encarna en Jesús para de alguna forma dejarnos entender que su amor va por encima de nuestros criterios e interpretaciones. ¿Cómo entonces, Dios le dice al pueblo? V31. Arrojen a la basura todas las maldades que cometieron contra mí. Vuelvan a amarme de todo corazón, y busquen recibir nueva vida. Arrojen a la basura: Muchas ocasiones se nos ha enseñado que, si cometemos algún pecado o alguna falta, tenemos que arrepentirnos, confesarlos y ya. El problema es que esa acción nos dejaría incompletos. ¿Qué requiere Dios al pueblo en ese momento? Arrojar a la basura… Esa acción hay que pensarla bien. No lo podemos tomar a la ligera.
A cuantos les pasa que nos hemos aferrado a cosas que se nos hace difícil botar. No botamos prensa de vestir… hay medias que están rotas pero que como nos gustan tanto no las botamos. Camisas desgastadas que no botamos… ese mahón roto, despintado y que tenemos por anos, tampoco lo echamos a la basura. Entonces la invitación me hace reflexionar… en mi vida, me hace reflexionar en actitudes, en decisiones que tengo que tomar hoy, mañana y que las tengo que tomar bajo la dirección del espíritu santo y no bajo mi carnalidad… Pero el texto además se refiere a botar las maldades que cometieron en el pasado. Es entonces que reflexiono en el texto. Cuantas veces cargamos con pecados y malas decisiones que hemos tomado y esto crea en nosotros un sentido de culpa que se nos hace difícil de quitar. Dios dice, arrojen a la basura todas esas maldades… vuelvan amarme de todo corazón. Quiero que entiendas algo. Nosotros tenemos que tomar decisiones firmes que nos traigan bendición. La mejor decisión que podemos tomar es arrojar todo aquello que nos aleja de Dios… arrojar todo aquello que nos impide seguir adelante. Toda culpa, todo amargura, toda acción del pasado que nos limita hoy tenemos que arrojarla para poder continuar nuestras vidas bajo la gracia de Dios. En Ezequiel no había llegado la persona de Cristo. Es en Cristo que tomamos la decisión de arrojar todo por seguirlo a el. Es en Cristo que dejamos una vida pasada para recibir una nueva vida. ¿Qué cosas tenemos que arrojar? ¿Qué actitudes tenemos que arrojar? Sabes que muchas veces pensamos que Dios no se mete en nuestras actitudes y créeme que Dios es especialista en transformar actitudes que nos separan del…. Siempre la decisión será nuestra. Somos nosotros los que decidimos arrojar a la basura todo peso del pasado por seguir a nuestro Dios que nos ama. La canción que cantábamos hace unos minutos decía que estamos soltando nuestros sueños, soltamos nuestros deseos… que él siempre tome el control de nuestras vidas. Qué tal si hoy cambiamos nuestra manera de orar… en vez de quítame este sentimiento, quítame este pecado por hoy no me quites… yo lo voy a arrojar a la basura. Pastor Carlos Armando
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Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Enero 2025
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