Mar 16:15-16 Jesús les dijo:
«Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todo el mundo. Los que crean en mí y se bauticen, serán salvos. Pero a los que no crean en mí, yo los voy a rechazar. Observamos en el último capítulo de Marcos lo que le llamamos la gran comisión. La pregunta que me formulo es la siguiente: ¿Qué acontecimientos tuvieron que pasar los discípulos antes de ir? El ministerio de Jesús fue uno muy específico e intencional. El ser humano se adapta a lo aprendido y enseñado. Imagínese tantos años escuchando que las cosas eran de una manera. Los profetas habían interpretado que las cosas y ahora llega Jesús como voz de Dios para decir que lo que ellos habían entendido no era correcto. Así que Jesús tenía que ser intencional en lo que hacía, enseñaba y predicaba. Mateo relata en el capítulo 9 lo siguiente: Mat 9:35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. Aquí relata la esencia del ministerio de Jesús. Primero Jesús enseñaba, luego Jesús predicaba y luego sanaba. Me hace mucho sentido su forma. No se puede ir a predicar si no comenzamos con un proceso educativo. Históricamente las iglesias comenzaron con escuelas bíblicas. Así que Jesús tenía que renovar el pensamiento de sus seguidores. ¿Qué significa renovación? Renovación tiene su origen en el vocablo latino "renovatio" El término está asociado a la acción y efecto de renovar (volver algo a su primer estado, dejarlo como nuevo, restablecer algo que se había interrumpido, sustituir una cosa vieja por otra nueva de la misma clase, reemplazar algo) Jesús quería renovar el pensamiento, la renovación es el proceso de transformación de la mente. El asunto es el siguiente. La renovación consiste en el pensamiento de lo que nace del corazón de Dios y no en lo que otros pudieron interpretar. Por eso Jesús les decía: tu oíste que fue dicho, más yo os digo…. Así que Jesús tuvo que primero renovar el pensamiento a sus discípulos antes de enviarlos Jesús tuvo compasión de muchas personas. Sanó, liberó endemoniados, alimentó, etc. Fíjese algo interesante en el texto de los evangelios. La mayoría de las veces que Jesús obró un milagro, los que tenían la condición, eran marginados por el mismo sector religioso. Si no, no los dejaban llegar hacia donde Jesús porque querían controlar hasta eso. Pero en todos los casos, Jesús tuvo compasión… Eso nace de un corazón misionero. Un corazón de servicio, un corazón de buscar la manera de ayudar y servir a los necesitados de nuestras comunidades. Entonces quiero que observemos algo. Jesús hizo las cosas audaz-mente… hacia milagros el día de reposo, alimentaba a 5mil cuando no había lo suficiente, llamó a personas que no eran líderes religiosos. Así que antes que Jesús enviara a sus discípulos, los llevo por una desintoxicación. Pero ahora les está diciendo: Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todos. Ese llamado nos tiene que apelar a nosotros. La iglesia no puede ser estática. Debe de renovarse por naturaleza. Nosotros debemos ser sensibles a la voz de Dios para poder movernos con Dios. La iglesia se renueva a base de la necesidad de la comunidad, no de los miembros de la congregación. Esto se puede malinterpretar como un acomodo de las personas que dirigen la iglesia y se convierte en un problema. Jesús sacó de la zona cómoda a los religiosos y los llevo a ser sensibles a los de afuera. Por eso antes de ir y de llevar las buenas noticias, debemos de ser discípulos y de comprender el corazón del maestro para poder ser eficaz. No olvide. Hay que ser audaz, hay que renovar y tiene que arder en nosotros la pasión por adorar, servir a nuestro Dios. Por eso, antes de ir a predicar, vayan y pasen el proceso de ir a la escuelita. Yo le llamo la escuela del Espíritu. Son esos procesos que te hacen madurar para que puedas ver la realidad de las cosas y no lo romántico de las cosas. Dios te llama a que vayas, pero primero te llama a que pases los procesos. La excusa de muchas personas es que Dios nos llama a prisa. Es la peor excusa que he escuchado para justificar nuestra prisa de obtener posiciones y liderato. Dios no puede tener prisa porque su tiempo es perfecto. Lo mejor es esperar en Dios y actuar en su nombre y Él en su debido tiempo nos abrirá las puertas para que vayamos en su nombre. Por eso vemos que hoy día hay tantas interpretaciones de la biblia. Personas que toman el texto literal, no conocen los contextos, y ahí vienen las malas interpretaciones. En nuestro tiempo, tenemos que ser responsables de como interpretamos. Tenemos Universidades, Seminarios, etc. Que nos brindan un mejor acercamiento al texto por medio del estudio y la capacitación. Jesús lo hizo con sus discípulos, ahora es nuestra responsabilidad de antes de ir, pasar por la escuela. Llevemos las buenas nuevas para que este mundo sea transformado, unido, edificado y nunca más dividido, juzgado y condenado. Ve!! Te ama! Pastor Carlos Armando |