(Mat 5:1-11)
¿Cuántos recuerdan su primer día de algo importante? Todo en la vida tiene un aprendizaje y ese nuevo comienzo tuvo que haberles marcado. Puede ser el primer día de clases, el primer día de adiestramiento de trabajo, el primer día de casados, el primer día con tu suegra?♂️ … etc. Cada evento es importante porque marcó un precedente en tu vida en lo que eres hoy. Ese proceso te formó, te educo y te dio un nuevo valor. Jesús comienza su ministerio y como su ministerio principal era la educación, comenzó con sus discípulos. Dice el texto que como había una multitud que ya quería seguir a Jesús,él se los llevó a un monte para tener la primera clase, ese primer curso era importante. Aunque nuestras biblias dicen en los temas impuestos por los que tradujeron, que se le llama el sermón del monte, en la realidad Jesús no dio un sermón, dio una clase. Jesús comienza a darle forma a unas mentes que ya tenían su estructura, pero Jesús decide escogerlos a ellos para decosntruir su pensamiento para construir uno nuevo. ¿Cuál era la enseñanza? Esto me recuerda mucho mi niñez. Recuerdo a mi madre repetirme constantemente aquellos valores que ella quería formar en mí. Carlos, todo lo que hagas, hazlo para glorificar a Dios. Carlitos, respeta a la mujer, carlanga, escoge bien tus amistades, y así consecutivamente mientras crecía, me llenaba mi disco duro de información que hoy es la que utilizo como parte de mi vida. Lo que usted es hoy, fue lo que alguien sembró en usted. Alguien te repitió y te repitió los consejos y eso se hizo parte de ti porque lo hiciste tuyo. En algún momento ibas a tomar una decisión equivocada y vino a tu mente esas enseñanzas de tu mamá, tu papá o de ese maestro o maestra que te sembró esos valores. Jesús comenzó su ministerio y tomó la decisión de llevar a sus discípulos para el monte para allí tener un momento educativo. ¿Cuáles fueron esas enseñanzas? Observemos: 1. Dios bendice a los que confían totalmente en él, pues ellos forman parte de su reino. Aquí la clave para el aprendizaje es los que confían totalmente en él. Este camino de fe es un camino de confiar. El asunto de la iglesia de hoy es que nos hemos acostumbrado a regirnos por lo que vemos y no por lo que creemos. Sin embargo, la bienaventuranza está en confiar totalmente. Están nuestros planes, y están los planes de Dios. Los planes de Dios nunca han tenido sentido con la realidad financiera del pueblo. Cuando Dios le pide al pueblo que reconstruyan el templo, cuando le pide que reconstruyan las murallas, la realidad financiera era 0. Sin embargo, ellos fueron bienaventurados porque confiaron totalmente en Dios. Los discípulos la tenían difícil desde el comienzo. Pero tenían al mejor maestro para dejarles saber lo que les esperaba. En el mundo ustedes tendrán aflicciones…. Pero confiad… confía en Dios, confiemos en Dios, pero no por nuestra realidad, sino por lo que él prometió. 2. Dios bendice a los que sufren, pues él los consolará. Parte de esa confianza se fundamentaba en saber que el seguirle tenia un costo. No tan solo el seguirle, el comenzar un ministerio fundamentado en el. Pero que bueno que la promesa era el consuelo de lo alto. El saber que Dios siempre estará con nosotros. 3. Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra prometida. Desde el principio, uno de los valores que Dios le pido al pueblo es la humildad. Que él no soporta al soberbio, que el orgullo es pecado. ¿por qué? Una persona orgullosa, soberbia, entiende que lo que tiene, que lo ha adquirido, lo que hace es por su conocimiento y porque se lo merece. Vive de apariencia, de que querer tener. En su corazón lo que existe es competencia de quien es el mejor. Algo me enseñó mi madre… todo lo que hagas, hazlo para glorificar a Dios. Si yo pudiera darle un consejo como su pastor, hagamos lo mejor para Dios. Trabajemos dándole la excelencia a Dios, pero todo lo que hagas no lo hagas para que te den reconocimiento. Que te dediquen un muro, un salón, lo que sea. Hazlo para que Dios sea exaltado en todo lo que hagas. Si quieres ver la promesa de Dios en tu vida… trabaja con humildad, porque el humilde recibirá la tierra prometida. 4. Dios bendice a los que desean la justicia, pues él les cumplirá su deseo. Dios bendice a los que son compasivos, pues él será compasivo con ellos. El tema de la justicia y la compasión sea convertido en algo trillado. Pero cuando comprendemos lo que esta pidiendo Jesús como parte de su proyecto del reino, podemos comprender que TODO se fundamenta desde la justicia. Justicia se fundamenta en obrar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. ¿Se acuerdan la parábola del jefe que decidió pagarla a todos sus empleados d la misma forma ellos trabajando distintos horarios? Es parte de la enseñanza de lo que es justicia. Nosotros no determinamos lo que es justicia, la justicia se mide por el reino de Dios, esto significa que se rige por el corazón de Dios. Si fuera por nosotros, somos nosotros lo que determinaremos quién se salva y quien no. Quien merece algo y quien no. Pero en el reino de Dios la justicia equivale en que, aunque no lo merezcas, te pertenece. Yo no merezco la salvación, pero la salvación es para mi. El perdonar al que te hace mal, te hace parte del reino. Porque estas pagando con la misma gracia con la que Dios te perdono… estas obrando con la misma justicia con la que Dios obró en ti. Cuando Pablo se refiere en Romanos que estamos justificados en Cristo, es que quien obró con justicia se llama Jesús, pero él pide que también obremos de la misma forma. 5. Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios. Jesús establece una condición moral para poder tener una visión espiritual. El corazón es el asiento de pensamientos y motivos, mente y emociones. El énfasis en la condición del corazón está en contraste con el concepto farisaico. Porque el Fariseo se rige por el conocimiento, se rige por lo que la ley estipula. La pureza del corazón es una virtud. Este término limpio, se puede traducir como no adulterado, no mezclado. Esto quiere decir que el corazón limpio, no desea hacer otra cosa que agradar a Dios. Reconocer a Dios en todo. Obrar a favor, no vivir con corajes, no vivir con celos, no vivir como el religioso, si no vivir como Jesús los mandó, con un corazón limpio. 6. Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. ¿Se recuerdan cuando llegó el momento para arrestar a Jesús? ¿Cuál fue la reacción de Pedro? ¿Cuál fue la reacción de Jesús? En mundo violento, la iglesia nunca promueve violencia, la iglesia es bendecida cuando trabajan para la paz. 7. Dios bendice a los que son maltratados por practicar la justicia, pues ellos forman parte de su reino. Dios los bendecirá a ustedes cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes. Parecería que el mundo debiera felicitar a los discípulos por su aporte al bienestar social y moral de la humanidad. Sin embargo, durante gran parte de la historia del cristianismo ha sido todo lo contrario. Jesús advirtió a los discípulos del costo de seguirlo, parte del cual sería la persecución. Como su vida y enseñanzas chocaron con el sistema de valores de la humanidad y le crucificaron, los que se identifican con él frecuentemente recibirán el mismo trato. Por causa de la justicia (v. 10) es sinónimo de por causa de mí. Se refiere a la identificación de los discípulos con Cristo y su reino. La paradoja es evidente y sorprendente. Jesús llama a los perseguidos dichosos, todo lo contrario, a lo que normalmente se piensa. La razón para esta dicha es triple: (1) El reino pertenece a ellos, (2) tendrán una recompensa grande en los cielos y (3) forman parte de una gran compañía de profetas que fueron perseguidos. Por estas razones, el discípulo debe enfrentar la persecución con gozo y alegría. Este año como camino de fe, entendamos que la clave está en buscar ese Reino, buscar a Dios en todo lo que hagamos… alegrarnos, estar contentos porque nuestra recompensa nos es aquí en la tierra, está en los cielos. Te ama Pastor Carlos Armando |