Nada mejor que su casa

Cuando descubrimos lo importante de congregarnos en una iglesia y de poder adorar juntos y recibir palabra, podemos sentir esta misma sensación que sentía el salmista. Recuerdo cuando jovencito, mi mama me decía que me parecía a Samuel (personaje bíblico) porque quería ir a cada culto, a cada día de limpieza y a cada actividad que se formaban. Era tanto mi deseo por estar en la casa De Dios, era mi alegría. Digo era en aquel entonces en mi juventud temprana, pero todavía lo es. Lo es, porque aunque sé que Dios está en mi casa, en donde quiera que voy, allí en su templo, me reúno con mis hermanos para juntos adorar al Dios de la vida.

Hoy dia día veo en mi iglesia un mover de jóvenes con ese mismo deseo. Ellos anhelan ir a todos los servicios, son los últimos en irse. Van a todos los ensayos y no se quieren ir. Sus mensajes en las redes sociales es que ellos son una familia. Así que aunque nuestros medios anuncien todo lo negativo que pueda ocurrir, anuncio buenas nuevas.

Hoy posiblemente no tengas este mismo deseo por asuntos que te han ocurrido. Tengo que decirte que los problemas de tu vida no pueden ser obstáculos para desear y anhelar estar en la casa De Dios junto con tus hermanos en la fe. Hoy es un Buen Día para reafirmar: prefiero estar un día en tu casa, que mil fuera de ella...

Pastor Carlos Armando