Filipenses 3:4-14
La advertencia es cuidarse de los que querían que el pueblo se circuncidara. Querían judaizar a los gentiles. Para cumplir la ley en los demás. Pablo les afirma que el mismo se circuncidó y por su tradición fue hasta perseguidor de los cristianos. El problema es que esto para Pablo había pasado a un segundo plano cuando el conoció a Cristo. Pero para muchos judíos ortodoxos era más importante cumplir la ley que lo que Cristo había hecho. Así que tenemos que remontarnos a la vida de Jesús. Estamos en época de cuaresma, época de recordar la Semana Santa. Sacrificio, entrega, pasión, amor. Jesucristo vino a este mundo para hacer cumplir la ley en él. Por lo tanto, la ley a pesar de que en un momento dado le dio dirección al pueblo, el pueblo se desvió de la verdad por la misma interpretación a la ley. Pablo le dice a los corintios en un momento dado: el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. Esa letra que habla Pablo no es la letra de estudiar. Eso sería una mala interpretación de la palabra. Pablo se refiere a la ley. La ley mata, la ley te hace culpable, más el espíritu de Dios da vida. Eso es lo que hace Dios por medio de Jesús. Da vida, nuevas oportunidades, retos. Así que este conflicto era un obstáculo para vencer en la congregación, en la mentalidad de muchas personas. 2. Hay que dejar cosas en la carrera. Cuando observamos el texto vemos varios puntos importantes en el mensaje de Pablo. Flp 3:7 Pero, gracias a lo que Cristo hizo por mí, ahora pienso que no vale la pena lo que antes consideré de valor. Flp 3:8 (8-9) Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos. Aquí veo lo siguiente. Cuando Pablo se encuentra con Cristo, el entiende el sacrificio y la gracia, pero Pablo no era cualquier persona, Pablo tenía alto conocimiento en la ley y en su tradición. Pero, ahora ese encuentro le hace reflexionar y toma lo que él conocía antes como cosa que no vale la pena. Dice el que todo eso lo dejó a un lado y lo considera como estiércol, basura, con tal de conocer a Cristo, y afirma. pues no hay nada mejor. Pablo en muchas ocasiones compara la vida del creyente con la carrera de atletismo. Aunque este no es el caso, yo si lo voy a hacer. Cuando uno va a correr una carrera lo primero que uno hace es establecer el plan para esa carrera. ¿Cuál será el entrenamiento? Si serán 8 semanas, 12 semanas de entrenamiento. Lo segundo es la nutrición para ese entrenamiento. Cuáles alimentos puedo comer, cuáles no, cuáles me ayudan a tener más energía, mejor digestión, las sales, las azucares, etc. Luego está el calzado y la vestimenta. Antes los tenis y la ropa no eran de mucha importancia. Uno se ponía para correr unos pantalones y camisa que cuando se sudaba creaban mas peso en el cuerpo. Los tenis eran las que podías comprar y sin importar el peso de esta. Ahora la vestimenta está diseñada para el deporte. Camisas dry fit, camisas que no pesan con el sudor porque están hechas con un sistema que ayuda al corredor. Los tenis. Antes las suelas pesaban un montón, el material era de goma y era unos tenis que pesaba como bloque. Ahora no, ahora hay tenis especializados para tu pisada, para tu condición. Con suela de foam, de gel. Todo esto para tener el menos peso posible en tu cuerpo a la hora de correr. Eso es lo que está diciendo Pablo. Pablo está diciendo… que antes cuando vivía conforme a la ley, vivía con una carga, con un peso… pero el tomo la decisión de dejar eso a un lado. Esto me hace reflexionar. ¿Cuántas cosas nosotros atesoramos en el corazón, en nuestra mente que nos crean una carga? ¿qué cosas nos crean un peso que y hemos decidido guardar? Por falta de perdón, por simplemente tradición. Hay personas que no celebran la vida, no disfrutan porque se les inculco que todo es malo, que es hasta malo disfrutar en la iglesia. Eso son cargas que tenemos que dejar. Hay cosas que tenemos que dejar a un lado para seguir la carrera. Yo estuve corriendo maratones desde el 2012 hasta el 2014 sin parar. Fueron entrenamientos tras entrenamientos. Al principio corría con camisa con mangas, y pantalones hasta las rodillas, ya en el 2014 estaba que si me dejaba corría sin camisa y con unos pantalones bien cortos y súper cómodos. Mientras menos peso mejor, antes corría con el celular, con las llaves, con agua… ahora mientras menos peso mejor. A pesar de eso mis tiempos no mejoraban. Es donde me percate de lo siguiente. No había trabajado con la mente. Llevaba menos peso en el cuerpo, pero todavía no había trabajado con la mente. Cuando corría le hacía caso a la mente. La mente me decía que parara, que me dolía el pie, que dolía la barriga, que me sentía mareado. La mente busca cualquier excusa cuando quieres sacar a tu cuerpo de la zona cómoda. Así que tuve que despojarme de esos pensamientos y comenzar a remplazarlos. Recuerdo que una de las cosas que hice fue correr 8 millas en la pista. ¿Quién aguanta eso? Dando vueltas en el mismo lugar. Lo hice porque quería dominar mi mente. Eso nos pasa en la vida cristiana. Dios quiere que salgamos de nuestra zona cómoda. Romper nuestros esquemas religiosos, de nuestros esquemas que lo que hacen es darnos una carga pesada. Pablo decidió despojarse y dejarlo como basura. Esto no lo hizo para que Dios lo aceptara, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos. 3. Prosigue a la meta: Esto quiere decir que para Pablo existía un meta en su mente. Obedecer a Cristo. Confiar en Cristo es sinónimo de obediencia. ¿Como termina Pablo esta sección? Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. Recuerde que cuando vamos a correr, tenemos que trazarnos metas. ¿Cuál es tu meta en esta vida? Pablo dice: Con esto no es que ya me sienta que lo he alcanzado todo. Pero prosigo hacia la meta. Ese prosigo hacia la meta es un buen consejo. Una de las cosas que tenemos que aprender del texto es que esta carrera no es fácil, pero es maravillosa. Esta carrera tiene muchos obstáculos. Tiene un peso que ya alguien lo llevo, pero si alguien decide seguirle, tiene que tomar su cruz y seguirle. Lo interesante de esta cruz, es que no da más resistencia que peso. Cuando usted y yo vivimos en obediencia, luchamos por alcanzar esa meta, esto nos hace la carga más liviana. Por último, dice; Flp 3:13 Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Flp 3:14 Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo. La meta es salvación, la meta es por lo que vivimos. Se alcanza, pero no la hemos alcanzado. Pablo dice: pero he decidió no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. El corredor cuando corre una carrera utiliza esa misma carrera para trazarse mejor tiempo en la próxima. Pero nunca se va a quedar lamentándose por lo que no pudo hacer, sino que lo utiliza d estimulo y de impulso. El creyente no puede vivir con las historias del pasado. Es que los mejores tiempos fueron aquellos, es que Dios me usaba en aquel tiempo, es que, en aquel tiempo, wow. La pregunta es ¿qué estoy haciendo ahora, y como me veo mañana? Para llevarse el premio, hay que seguir adelante no para atrás. Por eso es importante proseguir a la meta. Te ama Pastor Carlos Armando |