Ya ganaste...

Muchaa veces nos esforzamos para alcanzar sueños, metas, planes de trabajo y está muy bien en hacerlo. La Biblia siempre nos invita a esforzarnos. El asunto de todo está en el hecho que nuestros esfuerzos tienen que ser dirigidos en los que Jesús hizo por nosotros.

Me explico. Cuando nos esforzamos para lograr algo, la mayoría habla del éxito que tendrán por su esfuerzo. Jesús nunca le dijo a sus discípulos que serían personas exitosas, les dijo que serían victoriosas. El éxito nubla nuestra mirada y objetivos. Las victorias las tenemos por lo que hizo Jesús en la cruz.

La Biblia establece: Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

La clave de esa victoria está en “por medio de aquel“ tú victoria y mi victoria no se basa en nuestra capacidad, se da por lo que ya alguien hizo. Por eso hoy te invito a que le entregues tus sueños a Dios. Trabaja fuerte, esmérate, dalo todo... para glorificar al Padre. Nunca lo hagas para que vean cuan existoso eres, vivirás frustrado, vivirás esperando reconocimientos y no es el fin.

El fin es trabajar con alegria, entusiasmo, ganes micho, ganes poco, pero lo haces para obedecer y agradar a Dios. Sobre todo reconociendo que somos vencedores por medio de aquel que nos amó.

Te ama!

Pastor Carlos Armando.