Marcos 18:1-5 1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? 2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe.
Lo primero que tenemos que mencionar cuando leemos un texto como este, es esta gran pregunta reveladora que le hacen los discípulos a Jesús. ¿Maestro, Quien es el más grande en el Reino de los Cielos? El hecho que los discípulos le hicieran esta pregunta a Jesús denota que estaban bien desorientados con el significado de lo que era el Reino de los Cielos. La pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿Qué es el reino de los cielos? Porque al parecer, Jesús iba caminando hacia una dirección y los discípulos hacia otra. Estaban totalmente desenfocados. El Reino de los Cielos es justicia, es amor etc. Pero escuchemos mejor la respuesta de Jesús donde quien mejor puede definir el reino de los cielos que el mismo. Ante una pregunta como esta, Jesús tenía una respuesta no tanto tradicional. Jesús dijo: « de cierto os digo...» Estaba advirtiéndoles que iban en un sentido total-mente equivocado, alejándose en lugar de acercarse al Reino del Cielo. En la vida, todo depende de lo que una persona se proponga; si su meta es el cumplimiento de una ambición personal, la adquisición de poder personal, el disfrutar de prestigio personal, la exaltación del yo, se está proponiendo lo contrario del Reino del Cielo; porque ser ciudadano del Reino quiere decir olvidarse completamente de uno mismo, borrar el yo, consumir el yo en una vida que se propone el servicio y no el poder. Mientras uno considere su persona como la cosa más importante del mundo, está de espaldas al Reino; si quiere alcanzar el Reino debe darse la vuelta y encaminarse en sentido opuesto. Así es que Jesús dijo que en un niño vemos las cualidades que deben caracterizar a los del Reino. Un niño tiene muchas cualidades encantadoras: la capacidad de maravillarse, hasta que llega a dar por sentada la maravilla del mundo; la capacidad de perdonar y olvidar, hasta cuando los mayores y aun sus padres le tratan injustamente, como sucede con tanta frecuencia; la inocencia, que, como dice hermosamente Richard Glover, lleva consigo el que un niño no tiene más que prender, y no que desaprender; solo que hacer, no que deshacer. Sin duda Jesús estaba pensando en estas cosas; pero, con ser tan maravillosas, no eran las principales en Su mente. El niño tiene tres grandes cualidades que le hacen el símbolo de los ciudadanos del Reino. Veamos: a. Lo primero y principal es la cualidad que es la clave de todo el pasaje: la humildad del niño. Un niño no quiere pretender; más bien prefiere pasar inadvertido. No desea ser prominente; prefiere más bien quedar en la sombra. Solo cuando ya va creciendo y empieza a iniciarse en un mundo competitivo, con su lucha feroz y competencia por premios y primeros lugares, es cuando deja atrás su humildad instintiva. b. Tenemos la dependencia del niño. Para el niño, un estado de dependencia es completamente natural. Nunca cree que puede enfrentarse solo con la vida. Está contento con ser totalmente dependiente de los que le quieren y cuidan. Si aceptáramos el hecho de nuestra dependencia de Dios, entrarían en nuestras vidas una nueva fuerza y una nueva paz. c. Está la confianza del niño. El niño es instintivamente dependiente, y instintivamente también confía en sus padres para la provisión de sus necesidades. Cuando éramos niños, no podíamos comprar nuestros alimentos ni nuestra ropa, ni mantener nuestra casa; sin embargo, nunca dudábamos de que podríamos vestirnos y alimentarnos, y que encontraríamos protección y calor y comodidad esperándonos cuando volviéramos a casa. Cuando éramos niños, salíamos de viaje sin dinero para pagar el billete, sin idea de cómo llegaríamos a nuestro destino; y sin embargo nunca se de nonos ocurría dudar de que nuestros padres nos llevaran y nos trajeran de vuelta a salvo. La respuesta de Jesús trae consigo un pensamiento totalmente contradictorio a lo que los discípulos pensaban. El reino d los cielos es significado de humildad, de tener la capacidad de perdonar, de poder compartir en armonía. Ese es el verdadero significado del reino d los cielos. Definitivamente cuando leemos la biblia, tenemos que reflexionar en cuál es nuestra actitud en este mundo y sobre todo cuán importante son nuestros niños en la iglesia. Jesús automáticamente los discípulos le formularan la pregunta, escogió a un niño para una respuesta. Veamos en otros textos bíblicos como Jesús utilizó a los niños. (Mt. 19.13-15; Mr. 10.13-16 Lucas 18:15-17) 15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. 16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él. La respuesta de Jesús siempre va ser a favor de la niñez. Las Iglesias de PR tienen que trabajar a favor de la niñez. Aumentar sus esfuerzos para así rescatar la niñez de PR. Los niños son parte de la iglesia, hay que incluirlos y no excluirlos. Dejar que vengan a Jesús con su forma de ser; sea corriendo, riendo, en fin como lo que son, niños. Dios bendiga nuestra niñez. Recuerda que para alcanzar el reino de los cielos hay que tener actitud de niño. La iglesia Evangélica Unida de Florencio tiene que bendecir a la niñez. Hay que orar por sus líderes. Lisi, Aury y la hna. Carmen que colabora con excelentes ideas para bendecirlos. Iglesia este tiempo que vivimos es un tiempo donde hay mucho maltrato, hay negligencia, y la IEUPR repudia toda violencia, y todo lo que trabaje en contra de la niñez. Tenemos que poner nuestros esfuerzos en la niñez, en la juventud de esta casa, para que el futuro sea esperanzador. Porque la realidad de todo es, que para vivir en el reino de Dios hay que tener actitud de Niño. |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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