Dios nunca cambia…
Los seres humanos vivimos tres tipos de épocas. La tradicional, la moderna y la posmoderna. Yo puedo decir que he vivido las tres, terminando la tradicional, comenzando la moderna con la era digital y la posmoderna donde todo va cambiando constantemente. Vivimos en una era donde lo nuevo mañana se convierte en obsoleto. Un celular con todo o que tu necesitas (porque así te lo venden) sale a la venta en tal fecha. Las personas hacen filas, los pre-ordenan y a los meses ya está próximo a salir el próximo con todo renovado. Fíjese que, ante esta gran demanda, las iglesias tenemos que ir buscando las estrategias para poder alcanzar estas generaciones que están creciendo. Donde todo es de fácil acceso, donde todo es cuestionable. Todo esto crea en el ser humano el deseo de querer estar a la vanguardia. Los mejores celulares, los mejores carros, la casa inteligente, en fin, hasta las iglesias se pueden sumergir en la tecnología para beneficio de la obra. Hoy se trasmiten los cultos, se hacen entrevistas, se interactúa en el momento y esto hace que las cosas en las iglesias vayan cambiando. Ahora en los altares hay televisores grandes, pantallas, la tecnología te permite tener una banda sin tener músicos (secuencias), los sistemas de sonidos son digitales. Los puedes controlar desde tu iPad. Hay aplicaciones para las iglesias donde los asistentes pueden hacer checkinn al momento de llegar al culto. Hay aplicaciones para manejar mas fácil las finanzas de la iglesia. Ante un mundo acelerado en los cambios, que entiendo que no esta mal, hay una palabra que dice lo siguiente: 'Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto. ' Santiago 1:17 Dios nunca será cosa del ayer. Mi teléfono puede ser que al próximo año sea obsoleto, mi guagua puede ser que ya no tenga toda la tecnología que tengan los carros de ahora. Pero ante todo esta avalancha de cosas nuevas, Dios promete que nunca cambiaría. Que el es el mismo hoy, ayer y por siempre. Su amor hacia la humanidad surge desde el principio. A pesar de nuestro pecado, Dios nunca ha cambiado de padecer. El nos sigue amando porque el nunca cambia. Su amor, misericordia, su bondad nos alcanzan todos los días. Por eso, ante lo rápido que va este mundo, ante los deseos desmedidos de esta sociedad de querer tener lo último, hago una invitación a reflexionar. Dios nunca cambiara. Él siempre estará ahí porque salió de su iniciativa amarnos. No tiene que torcernos el brazo. El te ama porque el te formo y te pensó. Hoy es un buen día para rendirnos ante él, que nunca cambia y siempre está con los últimos update. Ese es mi Dios. Que nos ama con amor eterno. Ese amor te alcanza para transformarte y darte Gracia. No olvides, Dios no cambia, siempre será el mismo y su fuente es el amor hacia ti… Pastor Carlos Armando
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Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Enero 2025
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