Ayer me levantaba y un post de un compañero pastor, ante el suicidio de un pastor en California me entristeció en gran manera. Muchos tomaron la noticia para juzgar al pastor y otros para orar por la familia y compadecerse. Para mi es muy triste que esto ocurra pero la realidad es que la quemazón, la depresión, es una realidad en el liderazgo que no podemos obviar.
La vida pastoral es compleja. El pastor se da y somos juzgados por nuestras decisiones. Mayormente las frustraciones llegan porque se espera una respuesta positiva ante los retos y ante los cambios que se hacen. El pastor Ramón Luis Pabón escribió esta nota en su facebook ante la noticia del pastor que se suicidó: "A veces los pastores se dedican 200% a la gente, y aunque existen una gran mayoría de personas agradecidas en el camino, también escuchamos algunos que esperan y exigen perfección del líder, existen algunos que piensan que el Pastor debe aprender a vivir bajo presión constante, acostumbrarse a las exigencias, y no demostrar debilidad, que debe aguantar la tristeza propia y solucionar primero el problema ajeno... Exigen que el pastor sea sensible, sienta empatía por todos, pero ¿cuando fue la última vez que tu como oveja lo fuiste por el? No justifico la decisión del pastor, pero lo entiendo, en algún momento de mi vida he atravesado momentos difíciles siendo pastor y he tenido que callar, y solo esperar en Dios, derramamos lagrimas por gente que nunca dirá algo positivo de ti, nos desvivimos por personas que luego nos enteramos lo mal que habla de nosotros a cambio, le damos oportunidades a personas que nos traicionan, y abrazamos en muchas ocasiones a personas que nunca oran por nosotros. Nos toca la difícil tarea de cómo Jesús lavarle los pies a Judas, sabiendo que es la misma noche en que irá corriendo a venderlo. Este post no es una justificación, solo que llevo meses viendo tantos amigos pastores que han cometido errores y después de llevar una vida predicando y proveyendo restauración desde un púlpito cuando ellos caen nadie le ofrece restauración a ellos, al contrario hay una fila de personas para enjuiciarlo... NO CUENTEN CONMIGO EN ESTO Así que la próxima vez que sientas el deseo en tu corazón de juzgar a tu pastor porque notaste que no es perfecto; No olvides que él también sufre cuando lo traicionan No olvides que él también tiene problemas familiares No olvides que él también tiene luchas y pruebas No olvides que a él también le gusta que lo visiten No olvides que él también se enferma Sobre todo nunca olvides que es tu Pastor y que te ha alimentado con pasto fresco por mucho tiempo" Hace varios años atrás, trabajé en el área de la Salud Mental. Allí me percaté que los trastornos mentales no discriminan profesiones ni clases sociales. Allí vi pastores, médicos, pobres, ricos, en fin, toda clase de personas que no supieron manejar conflictos o no tuvieron las herramientas para manejar sus crisis. Otros, tuvieron el síndrome de superhéroe y pensaron que eran indispensables en su profesión y tuvieron lo que se llama un "Burn Out". Quiero hablar un poco de este término. Burn Out o quemazón es un estrés excesivo frente al ambiente ocupacional y profesional. Se manifiesta por sentimientos de desgaste o deterioro emocional y físico acompañado por un sentido de frustración y fracaso. Es cuando las demandas y presiones impuestas sobre una persona exceden sus recursos. La quemazón en el líder, puede incapacitar y debilitar tus sentidos de juicio y de poder llevar a cabo tus funciones como líder. La gran mayoría de las personas que deciden ejercer un ministerio, liderato, lo hace con grandes ilusiones y expectativas. Nos trazamos metas a corto y largo plazo. Nos esforzamos para poder hacer lo que nos gusta, servir. Nuestra realidad de vida a cambiado. Hoy los estándares de lo que es ser un líder a cambiado en la iglesia. Ahora es cuántos seguidores tienes en las redes sociales. Si eres famoso por ser un "influencer" en las redes. Ahora los retos no son servir a nuestras comunidades si no cuan grande hacemos nuestros templos y cuan lindo lo hago. Cuántos músicos tengo para que la música se escuche bien sin importar si el que está tocando está ministrando o no. Porque al fin y al cabo nada de eso importa hoy. No importa el compromiso, no importa la lealtad, no importa la capacitación. Hoy día es con cuánta rapidez puedes obtener los resultados que las personas esperan de nosotros los líderes. Porque al fin y al cabo la presión que ejercen las redes es como se proyecta tu congregación y no la profundidad teológica, la responsabilidad, y sobre todo el cultivar una sana espiritualidad con Dios. Por lo tanto, los líderes tenemos dos opciones. Vivir y agradar a las personas o vivir una vida de ministerio para agradar a Dios. veamos estas estadísticas: - El 90% de los pastores trabaja más de 46 horas a la semana. - El 80% creía que el ministerio pastoral afectaba negativamente a sus familias - El 33% creía que el ministerio era un peligro para su familia - El 75% reportó una crisis significativa relacionada con el estrés al menos una vez en su ministerio - 50% se sentían incapaces de cumplir necesidades del trabajo - El 90% se sintió inadecuadamente entrenado para hacer frente a las demandas del ministerio * 1991 Survey of Pastors (Fuller Institute of Church Growth) Ahora veamos esta otra: - El 70% dice tener una autoestima menor ahora que cuando comenzó en el ministerio. - El 40% reportó un conflicto serio con un feligrés al menos una vez al mes. - El 37% confesó haber estado involucrado en un comportamiento sexual inapropiado con alguien en la iglesia; tener a alguien que ellos consideren un amigo cercano. * Pastors at Risk by H.B. London & Neil Wiseman.Victor Press. 1993. Entonces me formulo la pregunta. ¿Por qué los líderes se queman? Pienso que no hemos definido bien o con claridad lo que es una sana espiritualidad. Estas estadísticas no están formuladas ante los retos de hoy. Hoy, con el pos modernismo, el aumento de las iglesias "neo protestantes", los pastores, líderes religiosos tienden ser pseudo dioses. Toda la atención está en ellos. Así que el reto de un pastor de hoy día no es servir en la comunidad sin no tener escuderos, y tener menos contacto con la personas. Esto sumándole la proyección que hay que tener en los medios sociales. Cuantos likes, cuantos seguidores tenemos...es lo importante. Ya no son las visitas en las casa de los ancianos, ya no es la visita al hospital, ya no es la compasión por servir y ayudar al prójimo. Las necesidades de un pastor ahora son otras. Ahora el stress es cuan grande es mi templo para competir con la otra iglesia. Ahora es que voy hacer para conseguir buenos músicos no importando de donde los saque y cuantas iglesias deje sin sus músicos. Los manipulamos para ofrecerle algo mejor porque tu iglesia es más moderna. El pastor Peter Scazerro en su libro "Una Iglesia emocionalmente sana" narra que de cómo estaba su vida como pastor líder de varias iglesias, el dice en su libro: " Según sus líderes así va la iglesia" . Sus matrimonios destruidos, pero aparentando estar bien, familias destruidas, una iglesia que en apariencia decía estar bien, pero emocionalmente afectada. No fue hasta que su esposa le dice que no deseaba estar más en la iglesia y que no quería seguir con ese stress de vida en su matrimonio. Ella dice: "Esta iglesia ya no es vida para mi. es la muerte..." Peter Scazerro en su libro se preguntaba ¿Cómo llegamos a este punto? El entendía que estaba obsesionado con el trabajo para "Dios". El ocuparse, el trabajar para Dios puede causar en nosotros muchas aspiraciones, pero el error está en varios factores que nos llevan a vivir una vida en crisis. 1. Descuidamos nuestra salud emocional: No sacamos el tiempo para nosotros. No dedicamos tiempo a la lectura, a la meditación, al ver una película, al descansar una tarde. Pensamos que si lo hacemos le fallamos a las personas. 2. Descuidamos nuestra salud física: No sacamos espacio para hacer ejercicios, comer saludable. Vivimos tan a prisa que así mismo descuidamos nuestra salud. La mayoría de los líderes, padecen de la presión, diabetes, de obesidad, etc. Se nos olvida que el cuerpo es templo del Espíritu y que es parte de nuestra espiritualidad. 3. Descuidamos nuestras familias: No sacamos un espacio para compartir con nuestras esposas, nuestros hijos. No separamos un espacio para sentarnos juntos y hablar. No se vive una sana sexualidad porque el agotamiento y la falta de tiempo es la orden del día. Nuestros hijos necesitan de sus padres, pero no tenemos tiempo para ellos. La iglesia, el trabajo es primero. Pensamos que mientras más culto más crezco en el espíritu. Así que llenamos nuestras iglesias de cultos, pero menos tiempo de familia. Usted se preguntará el por qué no añades una 4ta. ¿descuidamos la espiritualidad? Porque ya con la primeras , ya hemos descuidado nuestra espiritualidad. Ya con las primeras 3, hay un desnivel en la vida espiritual. El líder se traza metas, pero las mismas nunca deben de ser tropiezo para tu familia, para tu vida íntima con Dios. No podemos llegar al Burn Out en nuestro ministerio. En mi vida como pastor, he vivido muchos procesos y etapas. Me he sentido ilusionado, me he sentido desilusionado, he reído, he llorado, pero algo he aprendido en el transcurso de mi ministerio. En el 2017 fui trasladado de iglesia. Pensaba que tenía las herramientas para manejar esa crisis, así que acepte el reto. En los primeros meses sentía que no podía, lloraba a escondidas de mi esposa. No me había preparado para un cambio de un día a otro. Terminé en un congregación luego de ser pastor por 12 años en una comunidad, ahora en otro mes, ya era pastor de otra congregación, distinta, con diferentes culturas, y allí me encontraba yo ante la crisis. Mi esposa y mi hija estaban felices, pero yo estaba procesando el cambio en el transcurso de los meses. Cuando llegó el mes de diciembre, fue el mes más duro para mi. Quiero abrir mi corazón con ustedes. Yo estaba acostumbrado a un estilo de vida. Donde se me reconocía, donde inconscientemente se me llenaba una área que aunque no lo entendía, llenaba mi ego. Así que en el mes de diciembre tuve un encuentro con Dios en mi soledad, en mi crisis. Yo le cuestionaba a Dios ¿por qué me sentía tan vacío? si yo acepte el reto, si acepte hacer tu voluntad, ¿por qué me siento así? La respuesta de Dios no se hizo esperar: "Carlos, el problema es que estas esperando inconscientemente que te reconozcan por los que estás haciendo" La respuesta de Dios me confronto con mi realidad. Nadie me lo decía, pero Dios en su gracia y su amor me confronta. No hagas tu trabaja esperando respuestas hacia ti. Haz tu trabajo en obediencia a mi. Una vez más, reafirme mi llamado ante Dios. Ahora mi felicidad no consiste en reconocimientos. Mi felicidad consiste en agradar a Dios. Consiste en compartir más con mi esposa, en jugar con mi hija, en correr, en ser feliz simplemente porque estoy siendo obediente a Dios sin esperar aplausos. Si me preguntas hoy, vivo feliz, amo a mi congregación cada día más. Me doy sin esperar, me doy con pasión, porque amo lo que hago, porque simplemente Dios me escogió yo no mereciendolo. Si hoy, vives en crisis en tu ministerio, vives en crisis por los retos que la sociedad nos impone. Te invito a que re-enfoques tu ministerio e intentes no ser el centro de atención, que el ministerio no dependa de ti. Capacita a otros que lo puedan hacer mejor que tu, delega, confía, y sobre todo, aunque nuestra sociedad nos dicta que el ministerio no es de servicio, no olvides que tu vives del servicio a los demás. Visita, acompaña, hazlo con el corazón, porque la realidad de todo es que he aprendido y reafirmado que la bendición no está en el recibir, esta en el dar. *si sientes síntomas de quemazón, acepta tu situación y si no tienes las herramientas para manejarlo, busca ayuda profesional. Aquí te voy a dejar un listado de centros de ayuda. - Iglesia Cristiana El Sendero de la Cruz (787) 764-4666 - Centro de Consejeria y Terapia Familiar (787) 795-4466 - (787) 645-4130 - Iglesia A.M.E.C. - Casa de Alabanza (Sembradores de Esperanza) (787) 256-3331 Te ama! Pastor Carlos Armando |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
Categorías
Todo
|