Cuando hablamos del tema del perdón, tengo la responsabilidad de hablar ciertas realidades que vivimos en nuestras iglesias y en nuestro país, ya que las mismas están compuestas por seres humanos. Primero quiero definir ¿Qué es el perdón? Deseo que entiendas que este proceso del perdón es uno doloroso pero de poder ya que te libera.
¿Qué es el perdón? Afesis: denota despido, liberación. Afiemi es enviar fuera, se utiliza para remitir o perdonar deudas, pecados, etc. En mi opinión personal el perdón es actuar como Jesús lo hizo con nosotros. Es liberación, desprendimiento de algún resentimiento guardado. Quisiera utilizar un texto base que nos guiara para el enfoque que le quiero dar a este mensaje. Efesios 4:30-32 Este texto marca un precedente de lo que significa el perdón y cuál es el deber de los cristianos al momento de perdonar. El ser humano tiene la costumbre de guardar o simplemente no trabajar asuntos que han marcado sus emociones, por tal razón estos asuntos se quedan guardaos en el subconsciente y le podíamos llamar asuntos no resueltos. Estos asuntos son aquellos que nos han marcado negativamente por el simple hecho de que alguien alguna vez en tu vida te hirió o te hizo daño. Hoy te pudiera decir que tanto en el mundo secular como en las iglesias existe un gran porciento de hnos. y hnas. que viven la vida como si nada les hubiese afectado, pero en su subconsciente existe ese asunto que no se a tratado con la prioridad que se merece. Estos asuntos ¿Qué causan en nosotros? 1. Amarguras 2. Tristezas 3. Trastornos mentales 4. Problemas familiares 5. Problemas interpersonales. Es que hasta que usted no trabaje con su interior y logre encontrar esa sanidad que Dios desea para usted, usted va seguir dando cantazos en la vida y preguntándose el porqué de las cosas sin ninguna explicación. Hoy lo primero que deberías hacer es aceptar que hay asuntos en tu interior para que Dios así pueda hacer una obra hermosa en esta hora. Efesios 4 dice: "que no pongamos triste al Espíritu Santo con el cual fuimos sellados para el día de nuestra redención" Redención es eliminación de nuestros pecados. Ósea el perdón que Dios no dio. Que interesante estas palabras del apóstol, que nos invita que no desanimemos al Espíritu Santo de Dios actuando en contra de lo que es su naturaleza que es el perdón de nuestras vidas. Y es que hay personas que experimentan el perdón de Dios, pero no comparten ese mismo perdón con otros. El asunto aquí es que nosotros no podemos vivir atado a un pecado pasado cuando Dios no libertó y nos hizo nueva criatura. No podemos vivir con estos asuntos de que si Juan el que mata puerco hablo mal de mí y no lo puedo perdonar. Sabes ¿por qué? Porque de la misma manera que Dios te perdono a ti, que no lo merecías pero el te lo dio, debes de perdonar al que te hizo mal. Es que no podemos vivir con el pensamiento del pasado cuando Dios desea hacer cosas nuevas en nuestras vidas. Recuerde que cuando hablamos del perdón, hablamos de un acto de liberación, de desprenderse de algo y en este caso, el autor de la carta a los Efesios lo dice claramente en el v 31. “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia” El poder que tiene el perdón está en la decisión que usted toma de desprenderse de todo esto. Muchas veces pensamos que es Dios quien tiene que quitarnos todo estas emociones. Yo vengo a decirte que esa responsabilidad es de usted. Usted decide quitarse, porque lo dice claramente: “quítense de ustedes” y esto es nuestra responsabilidad. ¿Qué poder tiene el hecho de que me desprenda de todo esto? Tiene el mismo poder que el perdón que Dios nos otorgó por medio de Jesús en la cruz del calvario.Analiza por un momento su pasado. Calcule sus pecados súmelos, multiplíquelos, y luego pregúntese si usted ¿era o es merecedor de la gracia perdonadora de Dios? Si su respuesta es no, es que definitivamente usted ni yo nos merecíamos el perdón de Dios. Más aún el así lo dispuso para sus hijos. Pues entonces lo que te quiero decir es que el poder del perdón se basa en cuanto yo le otorgo el perdón a alguien que no se lo merecía. Eso es crecer en gracia, eso es el poder del perdón. Esto nos hace libre, nos hace nuevos, nos hace entender que no podemos vivir la vida con asuntos no resueltos, que tenemos que vivir la vida perdonándonos constantemente por aquellas cosas que hemos experimentado en la vida. El autor de los efesios invita a los lectores al siguiente listado de tareas: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. En esto está la responsabilidad de ser cristianos y vivir una vida agradable a Dios, en que podamos dar de los que Dios nos ha dado. Es que definitivamente esto que e estado escribiendo no es posible sin la presencia de Dios. Dios es la fuente del perdón y aquel que no tiene a Dios no puede dar de algo que no ha experimentado. O simplemente lo da por sentado y no actúa conforme a la palabra de Dios. Dios no desea que usted viva con amarguras, con tristeza, con asuntos no resueltos. El desea que actuemos según su palabra. Cada vez que actúas en misericordia con el que te hizo mal, la presencia de Dios se manifiesta en ti. Es por eso que hoy te invito a que perdones. Posiblemente me digas pastor yo perdono pero no olvido, y es verdad porque tenemos memoria. Pero usted puede controlar lo que piensa. Y cada vez que vengan esos malos pensamientos los remplaza por el perdón que actué en el nombre de Jesús Santiago 1:22 nos dice una verdad confrontadora y que incomoda un poco. Hoy yo quiero incomodarte con esta palabra y es que usted y yo tenemos que ser hacedores de la palabra y no oidores. Aquí hay personas que tienen que salir de aquí para reunirse con un familiar y pedir perdón o perdonar. Recuerdo en el 2008, en una clase de principios de la Educación Cristiana en el Seminario Evangélico de Puerto Rico, el profesor Roberto Amparo ofreció una clase ilustrativa del hijo prodigo. Esa clase marco mi vida de tal manera que me llevo actuar de una manera poderosa. La historia del hijo prodigo, mientras él la relataba entre lagrimas, iba marcando mi vida para bien, pero a la misma vez reflexionando en mi pasado. El contaba de este padre esperando por su hijo. Cada vez que escuchaba la sirena de la ambulancia pensaba que era su hijo, cada vez que tocaban la puerta de su casa, pensaba que era la policía para darle una mala noticia. Mientras el relataba el cuento, yo veía la imagen de mi madre sufriendo por mi, en mis tiempos donde no era cristiano. Cuantas veces le hice daño con mis acciones y exploté en llanto en plena clase. Algo dentro de mí me decía, esto era lo que te faltaba, llorar en clase y todo el mundo mirándome a ver que me pasaba. El profesor comenta: “alguien aquí necesita un abrazo” y era yo que no podía de parar de llorar porque sabía que había un asunto que no había resuelto y era el pedirle perdón a mi mamá. Yo sabía que mi mamá me había perdonado, pero yo nunca se lo había confesado lo mal que me sentía por mis acciones desde mi niñez hacia ella. Un día llego a mi casa y me siento con mi mamá en la sala de su casa. Y le digo que tenía que hablar con ella seriamente. Ese día ella como siempre dispuesta a escucharme, le dije: “Mother” yo quiero pedirte perdón porque yo se que en mi niñez y mi juventud no fui un buen hijo. Yo se que Dios me ha cambiado, pero necesito sacarme esta sensación de mi corazón. Perdóname le dije entre lagrimas. Ella como excelente madre automáticamente me dijo “Carlitos si yo te perdone hace tiempo”. Desde ese día comencé a llamar a personas que entendía que posiblemente había marcado negativamente con mis acciones y pedí perdón por las mismas. Hoy día, me siento libre, me siento que Dios continua trabajando en mi vida, y sé que mientras actúe conforme a su palabra Dios se glorificará en mi vida como lo puede hacer con la tuya. ¡Actúa! Y deja que Dios se manifieste en tu vida, atreves del perdón hacia los demás. |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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