Hay una canción muy famosa que dice: “No se puede corregir a la naturaleza. Palo que nace doblao jamás su tronco endereza”
Este refrán se refiere a comportamientos y/o actitudes del ser humano que no se pueden cambiar. Cuando leo la biblia me percato que esta premisa se cae ante el reino de Dios. Desde niño se nos enseña que para recibir un milagro de parte de Dios, tienes que aprender a pedir. Se nos dice: pide cosas específicas, etc. Aunque no estoy en contra de esto, Lucas nos enseña una historia que rompe con este estereotipo. Lc 13 narra la historia de esta mujer con una condición que la llevaba encorvada por 18 años. Ella llega a la sinagoga donde se encontraba Jesús. El texto afirma que ella estaba encorvada y de ninguna manera se podía enderezar. Lc afirma que Jesús es quien la mira y la llama. Es interesante que Jesús no le hace una entrevista, no le pregunta de su pasado, si su condición se basaba por algún pecado oculto, etc. Eso lo hacemos nosotros. Nos encanta adjudicar enfermedades a los pecados de las personas. Hablamos de maldiciones generacionales buscando la manera de justificar los pecados y la condenación de alguien. Jesús no actúa así. Jesús no cree en las maldiciones generacionales, Jesús no cree que la condición o el espíritu de esta mujer se debe a algún pecado de ella. Jesús simplemente la llamo, y le dijo: “Mujer, eres libre de tu enfermedad…” Muchas veces nosotros no vemos los milagros porque estamos empeñados en nuestros pecados y no en la libertad que nos dio Cristo por medio de su cruz. Muchas veces no vemos como Dios endereza nuestros caminos porque nuestra mente todavía está torcida. Posiblemente tu camino está torcido, por las experiencias que has vivido. Posiblemente estés sin empleo, o estés a punto de quedarse sin empleo. Las cosas en tu casa no están muy bien, tu salud no es la mejor. Te tengo una buena noticia Isaías 45:2-3 dice: Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo, Dios siempre a prometido enderezar nuestros caminos. Su promesa se fundamenta en su misericordia, compasión. Y amor por nosotros. Nadie le torció el brazo a Dios para amarnos y bendecirnos, el lo hizo por voluntad propia. Nadie se merecía ese amor, Dios lo hizo porque de el nace el amor. Hoy Dios promete enderezar tus caminos. Termino diciendo lo siguiente. La mayoría de nuestras frustraciones se basan en las veces que intentamos resolver nuestros asuntos y fracasamos. Isaías dice que Dios irá delante de nosotros para enderezar lugares torcidos. A nosotros nos corresponde caminar y a Dios le corresponde enderezar lo torcido. Camina en fe, asi como Jesús obró hacia esta mujer y la enderezo, hoy Dios quiere enderezar tu vida. El quiere caminar frente de ti y hacer la obra que te prometio. Depositemos nuestras mentes en las manos de Dios, caminemos en fe y veremos como Dios endereza lo que para nosotros es imposible. Te ama! Pastor Carlos Armando |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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