Cuando hablamos del tema del perdón, es un tema que lo escuchamos a diario. Decimos que hay que perdonar a nuestros hermanos que nos han fallado. Que el perdón es algo que nos libera y nos da salud. Leemos libros, buscamos ayuda para poder identificar esos asuntos que nos afectan y a diario jugamos a ser Dios.
Cuando hablamos del perdón, hablamos de un acto de gracia inmerecida. De un acto bondadoso desde la parte afectada al que le hizo daño. R.T Kendall dice en su libro Perdón Total, “Recuerde que siempre que escoja juzgar, no estará usted mostrando gracia” Juzgar, es pasar juicio sobre alguien basándose en nuestros criterios de lo que es correcto. Cuando Jesús dice No juzgueis, no se refiere a ignorar lo que está mal, la invitación es a no ser pronto en criticar cuando no se nos ha solicitado la crítica. O sea, la crítica no solicitada es injustificada. RT Kendall nos da un listado de preguntas antes de juzgar o criticar a alguien:
La mayoría de las veces que una persona siente la autoridad de juzgar a alguien, es porque se está proyectando en la otra persona o siente que es más espiritual que los demás. Jugar a ser Dios es un problema que vemos a diario en nuestra sociedad altamente religiosa. Señalamos a diario a personas que viven en pecado, que cometen actos “pecaminosos” utilizamos la biblia para justificar nuestros juicios y señalamientos. La raíz de todo este issue, para mi, es la falta de perdón en nosotros mismos. Muchas veces nuestros juicios se fundamentan en nuestras propios actos a escondidas de las personas. Por tal razón es donde nos proyectamos como gente sin pecados, gente santa, pero en nuestra privacidad solo Dios sabe cuántos pecados cometemos a diario. Pero nuestra prioridad no es demostrar nuestras debilidades, nuestra prioridad es mostrar cuán espirituales somos. Eso nos da autoridad para jugar a Dios y señalar a los demás sus fallas. Que ironía que las personas quieran jugar a Dios para seãlar las fallas de los demás y Dios en su misericordia entregó a su hijo para perdonar los pecados de la humanidad. Que ironía que Jesús siendo hijo de Dios no tomó en cuenta el pecado de adulterio de una mujer donde querían apedrearla y nosotros queremos jugar a Dios. Qué quiero plantear en este escrito? No podemos tomar juicio sobre nadie en esta vida sin pasar primero por el nuestro. Lo primero que debemos de hacer para poder vivir una vida equilibrada es autoevaluarnos. A quien no he perdonado, si yo mismo no me he perdonado. Qué asuntos escondido debo ponerlos a la luz? Pornografia, actos corruptos, infidelidades, etc. Quiero que analices lo siguiente. Cuántas veces has juzgado a alguien porque sabes que haz hecho lo mismo a escondidas? Cuántas veces tomas juicio sobre alguien porque quieres aparentar una espiritualidad falsa? Lo primero que debemos de hacer es perdonarnos nosotros mismos. Esos asuntos de falta de perdón nos motivan a juzgar, pero cuando experimentamos la gracia de Dios, esa misma gracia nos invita a amar y a perdonar a las personas aun cuando pensamos que no se merecen el perdón. Total, nosotros tampoco lo merecíamos. Veremos a los demás con pureza, con un corazón limpio y sin altanería. Hoy es un buen dia para examinar nuestro corazón y tomar decisiones que nos sanen. Si estamos sanos, podemos bendecir a otros en vez de juzgarlos, podemos amar a otros en vez de odiarlos, podemos dar por gracia de lo que por gracia hemos recibido, EL PERDÓN TOTAL de nuestras ofensas. Te ama Pastor Carlos Armando
2 Comentarios
JORGE L DELGADO HYLAND
9/17/2019 09:31:29 am
ES BIEN DIFÍCIL PERDONAR A LOS DEMÁS PERO TAL VEZ ES MAS DIFÍCIL PERDONARNOS A NOSOTROS MISMOS.
Responder
Carlos Armando
9/17/2019 09:35:39 am
Esa es la tarea mi querido Jorge. Un abrazo
Responder
Deja una respuesta. |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Enero 2025
Categorías
Todo
|