Marcos 7:24-30 Cuando hablamos de fe, automáticamente viene a nuestros pensamientos la definición de hebreos donde dice que la fe es la certeza de lo q se espera, la convicción de lo que no se ve. Esta definición para muchas personas pudiera ser como algo mágico, donde simplemente yo controlo mis pensamientos en algo positivo y eso se me va a dar. Muchos hasta constantemente le piden oración a otros para que por medio de esa oración Dios haga lo que tenga que hacer. Escribimos peticiones, entre otras cosas que nos mueven a pensar que por lo que estamos haciendo vamos a recibir un milagro. No estoy diciendo que lo mencionado está mal hecho, pero quiero moverte a otro entendimiento de fe, donde posiblemente no es la que estas acostumbrada a escuchar. La Historia relata desde el capitulo anterior, donde Jesús como siempre actuaba en contra de la religión y de lo que para los religiosos era lo correcto. En este caso, Los Fariseos le cuestionan el porqué los discípulos no hacían el rito de lavarse las manos antes de comer. Jesús siempre tan franco los confronta. En otras palabras Jesús les dice que ¿Qué vale más? ¿Lavarse las manos por hacer un rito o hacerlo por higiene? La gente se preocupa más por los rituales, pero no por lo que nace del corazón. No era fácil, como ser humano, estar siempre cuestionado por todo lo que él hacía. En este caso la enseñanza de es la liberación de lo inmundo con lo puro. Que no hay comida impura o pura, que lo que en realidad ensucia al ser humano es lo que sale de su boca. Jesús les respondió diciendo: “este pueblo de labios me honra, pero su corazón está muy lejos de Dios”. Jesús es un poco fuerte en sus respuestas, pero la realidad es que de otra forma no se le puede hablar a gente farisea, religiosa que hacen cuestionamientos para obedecer una tradición y no de lo que puede salir del corazón para agradar a Dios. En este caso, vemos a un Jesús que sale agotado emocionalmente. Acababa de confrontar a los religiosos y cuando esto ocurre el espíritu se drena. 1. Petición no Contestada en el Momento (posible Insulto de Jesús) Narra la historia, que Jesús en ese momento estaba en Jerusalén, cuando liquida a los Fariseos, sale a la región de Tiro región conocida por vivir gente pagana. Cuando me refiero a gente pagana, me refiero a gente que según los judíos no merecían la salvación, o porque no hacían sus mismas prácticas o porque adoraban a otros dioses. En explicación más sencilla, lo que nosotros llamamos gentiles. Jesús llega a esta casa sin querer que se le reconozca. Pregunto yo: ¿será que estaba cansado física y emocionalmente? Viene de diferir con los fariseos y de caminar un largo tramo de Jerusalén a Tiro. En esta casa ocurre algo que no se puede pasar por alto. La historia relata de esta mujer que no paso por alto la presencia de Jesús en esa casa y se le acerco. La realidad de esta mujer es muy triste. Esta mujer era pagana, sirofenicia, esta mujer no era ni de esa región, pero seguía siendo gentil, pagana. Recordando que la cultura que rodea a esta mujer es una totalmente patriarcal. Donde la mujer era denigrada por el hombre, pero nunca por Jesús. La mujer tenía una misión y la misma era que Jesús reprendiera, liberara a su hija de un demonio que la atormentaba. Su petición en el momento que se expuso no fue contestada como ella esperaba. La respuesta de Jesús, un poco “cruel”, y diría yo, una respuesta de un Jesús humano, que posiblemente estaba agotado emocionalmente del recorrido del camino. “Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitar el pan a los hijos y dárselo a los perros” Que fuerte escuchar estas palabras de Jesús. En otras palabras, Jesús le está diciendo, no quieras quitarle la bendición a los que son llamados hijos. Ósea Jesús esta excluyendo a esta mujer que se acerca a Él, y le pide un milagro en fe. No tan solo se queda ahí, Jesús le dice que no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros. ¡Oiga bien!, el perro, no era el perro como lo es ahora, que es el mejor amigo del hombre. Que le tenemos un cuarto con todos los lujos como si fuera un ser humano. Lo cuidamos y cuando se nos muere lloramos como si fuera un ser humano el que hubiese muerto. Los judíos les llamaban a los gentiles los perros (animal impuro), porque para los judíos, los gentiles eran inmundos. Que sucede, las palabra de Jesús eran totalmente ofensivas para esta mujer. Jesús en otras palabras le estaba llamando inmunda a esta mujer y que no podía robarle esa bendición a un judío. Yo creo que la reacción de Jesús un poco brusca y que la respuesta de la mujer fue una enseñanza para Jesús. Escuche la respuesta de esta mujer: “Sí, Señor –respondió ella–, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.” Mire la fe de esta mujer, que le cambia la vida a cualquiera. Esta mujer le dice a Jesús que hasta los perros comen de la mesa las migajas que dejan caer los hijos. En otras palabras, yo estoy dispuesta a coger hasta de las sobras de la bendición que tienes para los judíos. La fe de esta mujer sirofenicia, fue tan grande que Jesús simplemente le dijo, vete que ya tu hija es libre. … continua en la parte 2 |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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