El tiempo que vivimos es muy distinto al tiempo que nos convertimos. Ahora hay mucha tecnología, todo es con internet, la gente nos ve en otros estados.
Se cumple la promesa de que todo el mundo conocerá del evangelio. Solamente el que limita a Dios dirá no es lo mismo. La iglesia tiene que renovarse constantemente. Lo que hoy hacemos como algo nuevo, el año que viene es tradición y rutina, y Dios no se enmarca en las rutinas ni en las tradiciones. Por eso Jesús les dice a los religiosos, ustedes ayunan por tradición, ustedes no viven el evangelio para celebrar, lo viven para sufrir. Pero el que anda con el novio, anda de fiesta no anda de luto. La iglesia que anda con Dios es una iglesia que se renueva, que se transforma, que crea proyectos para bendecir nuestro pueblo. La temporada de Dios, o sea estos tiempos que vivimos, son tiempos nuevos. Estoy hablando de los tiempos, son tiempos transformadores. Son transformadores porque nos transforman a nosotros y nosotros transformamos una comunidad, un pueblo. Yo te invito a que reflexiones. ¿Cuanto tiempo llevas poniendo el vino nuevo en el odre viejo? El asunto también se da cuando Dios quiere poner el vino nuevo y la gente lo que deposita es el odre viejo. Cuando el líder quiere traer cambios y la gente se resiste pasa lo mismo con el odre. El odre viejo, lo que hace es que crea resistencia por dentro y comienza fragmentarse hasta que se rompe. La iglesia no puede crear resistencia. Cuando tus líderes hacen la asignación y te preparan para los cambios, es el tiempo para darle la bienvenida a la temporada de Dios que transforma. Adelante siempre en el Señor! |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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