La Temporada de Dios Transformadora parte 2

 Los retos de los cambios

Los tiempos han cambiados y en si han traídos nuevos retos.  La iglesia debe de entender que los tiempos cambian y que la gracia y la misericordia de Dios se renuevan cada mañana. Esto quiere decir que constante mente Dios continúa haciendo cosas nuevas en nuestras vidas.

Ahora bien, la ilustración que usa Jesús, es muy interesante.  Nadie es tan tonto -dijo- como para rasgar un trozo de tela nueva para remendar una ropa vieja. Si lo hiciera, echaría a perder lo nuevo, y no le serviría para nada, porque el remiendo nuevo no iría con la ropa vieja. Y nadie pone mosto que está fermentado en pellejos viejos que han perdido la elasticidad; porque el vino nuevo reventaría los odres viejos, y se derramaría, y los odres viejos se quedarían inservibles. El vino nuevo requiere odres nuevos. Y nadie quiere beber vino que todavía no está hecho, porque dice: Lo añejo está mejor.

El problema de esta gente era que Jesús al no ser un religioso, no se enmarcaba en sus acciones religiosas y era difícil asimilar los cambios de Jesús.   Jesús da dos ilustraciones: «No se puede poner un remiendo de paño nuevo a una ropa vieja. La fuerza del paño nuevo todavía hará mayor lo que se haya rasgado de la ropa vieja.»

El vino se hacía en odres en Palestina. Cuando se pone mosto en un odre, al fermentar, produce gases. Si el odre es nuevo, tiene elasticidad y puede con la presión; pero, si es viejo, la piel está reseca, y se revienta. Jesús quiere decir: « No dejes que sé te ponga la mente como un odre viejo. La gente dice del vino que lo añejo es mejor. Puede que lo sea en un momento dado, pero olvidan que es un error el despreciar el vino nuevo, porque llegará el día en que haya madurado y sea el mejor de todos.»

Es un reto ser iglesia, pero se hace interesante cuando ante los retos decidimos cambiar nuestras mentes y nuestros planes, para dejar que Dios sea derramando esa unción fresca en nosotros.