Tengo una imagen que nunca voy a olvidar. Recuerdo un día de semana que busque a mi hija a el cuido. Ella tenía aproximadamente 2 años. Veníamos tan contentos en el camino. Hago una para en la farmacia y ella siempre queriéndome ayudar, agarraba la canasta para ayudar a papá en los encarguitos.
Llegando al apartamento, ya mi esposa estaba allí, pues salió temprano del trabajo. Entra mi hija al cuarto a lo que yo cerraba la puerta. Mi esposa sienta la nena en la cama para quitarle los zapatos y cuando yo entro al cuarto mi esposa se voltea y con el movimiento la nena se fue de lado cayendo de cabeza, golpeando el ojo con el piso. La vi caer indefensa sin protegerse, sin poder hacer nada. Los dos nos quedamos por un segundo sin aire, mi esposa reaccionó cogiéndola mientras gritaba desesperadamente. Yo le buscaba un golpe y hasta el momento no se veía nada. Así que salimos al hospital, el cual nos atendieron con mucha ligereza gracias a Dios. Allí mi hija estaba como si nada. Brincando, sonriendo. Eso me daba tranquilidad, aunque tenía su imagen en mi mente indefensa y yo no pude hacer nada. Había que hacerle un CT Scan. Así que había que dormirla y eso fue otro proceso ya que ella estaba bien activa. Estuvimos esperando casi dos horas para que se durmiera. Luego del estudio, el Dr nos llama aparte para darnos la peor noticia que en mis 41 años he recibido. La nena tiene el cráneo fracturado y hay que transferirla. A mi se me cayó el mundo. No podía parar de llorar, como es que mi hija se me había caído en mi cara y no pude hacer nada. El De intentó consolarme pero de nada valía. Mi hija tenía una fractura craneal y ella tan pequeña. De ahí salimos en ambulancia para el hospital Pediatrico. Mi hija como si nada, peleando porque no quería dormirse en la camilla, mientras en mi mente veía la imagen una y otra vez. Me cuestionaba muchas veces el porque. ¿Cómo sucedió esto? Si todo iba muy bien en el día. El Dr. nos dice que le dará de alta ya que gracias a Dios era una fractura lineal y no había sangre ni nada que fuera una amenaza. Recuerdo que cuando llegamos nuevamente al apartamento mi hija buscó una cuica y me dice ¡Papá a brincar! Yo le quite la cuica más rápido que ligero ya que había que evitar otro golpe por varias semanas. Que aprendí en este proceso. Muchas veces me he caído como ser humano. Me he fracturado la vida por mis malas decisiones. No le puedo cuestionar a Dios, se que soy yo el que tome la decisión. Sin embargo, Dios, como Padre Celestial, siempre ha estado cuidándome y protegiéndome. Las fracturas tienen la capacidad de llevar al hueso nuevamente a su normalidad. De que ese hueso roto vuelva a pegar nuevamente. Así que Dios en su perfección, nos formó de esa forma. Hoy posiblemente te encuentres fracturado por decisiones que tomaste en el pasado. Posiblemente tengas en tu mente esos recuerdos. ¿Sabes que? La naturaleza De Dios es el perdón, el permitir que tus huesos rotos vuelvan a unirse. Así que hoy tienes una port unidad nueva para seguir intentándolo. Recuerda, La misericordia De Dios se renuevan cada mañana. Esta mañana, aprovecha al máximo su gracia para hacer el bien. Para amar, para dar, para bendecir a otros. Así nos ayude Dios. Te ama! Pastor Carlos Armando |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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