Deuda Publica:
Para comenzar es para mí muy importante comprender la historia y si, hablemos de cómo la política ha afectado nuestro sistema. Para la mayoría de los cristianos les resulta raro que la iglesia se interese en los problemas sociales, económicos y políticos de nuestro país. Las historias bíblicas relatan problemas sociales, problemas económicos, problemas religiosos, entre otros problemas que la iglesia de hoy no ha querido inmiscuirse. Quisiera comenzar hablando sobre la deuda pública. ¿Qué sucede con la deuda pública? La deuda pública es un asunto de todos, pero ¿también de la iglesia? Estamos viviendo una de las mayores crisis en la historia y viendo la historia, esta es distinta porque ha tocado tanto a los pobres que viven siempre en crisis y de igual forma a la clase media y un poco las altas. Hay un refrán que dice que después de la tormenta viene la calma, lo triste es que no vemos cuando es que va a venir la calma de esta tormenta. Nuestra realidad histórica y política ha intentado producir un pueblo temeroso, ajeno a su realidad y con autoestima muy baja. Cuando hablamos de crisis, en el caso de la deuda pública, no podemos obviar libros bíblicos donde el pueblo vivió momentos de crisis, bajo imperios, bajo reinados que oprimían y siempre Dios llamaba a un líder a confrontar y a denunciar sus actos. Por ejemplo: Tenemos el caso del Faraón, a quien Moisés le ordena que libere al pueblo de Israel. En esta ocasión no fue una invitación a negociar, no fue a unirse o hacer alianzas con él, no fue a poner una oficina en el palacio para desde allí atender las necesidades del pueblo, NO. Sus palabras fueron muy certeras: “Deja a mi pueblo ir” Cuando usted lee pasajes del Antiguo Testamento, notamos que constantemente hay una situación de gobiernos que oprimen al pueblo y un profeta se levanta a denunciar sus acciones injustas, sus acciones que laceran al pueblo. Textos bíblicos que nos invitan a armarnos de valor en contra de poderes que oprimen. La Dra. Agustina Luvis dice en su libro Otros Caminos: “Esa fue la labor, vez tras vez, del Espíritu de Dios cuando venía sobre los líderes del pueblo de Israel, infundía ánimo y esperanza a la comunidad que vivía en crisis, porque la última palabra no la tienen los poderes que oprimen, ni la crisis que éstos provocan, sino el Dios de la vida y de la historia” En el Nuevo Testamento no era tan distinto. Jesús vino a combatir los poderes, los reinos con un sistema muy distinto, pero que venía de lo alto. Él le llamó El Reino de Dios. Este Reino, significaba inclusión, comunión, amor, respeto, liberación, sobre todo justicia. A finales del siglo I, la iglesia sufrió una de las más grandes crisis. Cuando leemos el libro de Apocalipsis, podemos ver un imperio que imponía un estilo de vida, les sometía su poder militar a las comunidades cristianas. Las iglesias de Asia menor, a quien fueron dirigidas estas revelaciones, estaban en la encrucijada de aceptar al emperador Domiciano como su "dios" y rendir culto, o rechazar sus imposiciones, lo que conllevaba vivir en persecución, marginación y hasta la misma muerte. Por eso, el mensaje de esperanza del cordero maltrecho, pero de pie, que viene hacer justicia a los que vivieron una gran tribulación en esa época. Ahora bien, ahora en el siglo 21, nosotros hemos vivido diversos procesos de pruebas, de dificultades tanto social, como en las iglesias, pero la pregunta que nos tenemos que hacer ¿Qué saben los creyentes de finanzas para atrevernos a ofrecer soluciones o distintos métodos para trabajar con el problema de la deuda pública? ¿La iglesia tiene que inmiscuirse en estos asuntos? Cuando hablamos de la deuda pública, hablamos de un problema socio político que nos está afectando a todos. Deuda: Obligación que tiene una persona de pagar o devolver una cosa, generalmente dinero. Cuando incluimos lo público, ya se convierte en un asunto del pueblo. Un asunto que afecta a todos. Deuda Publica: Deuda que el Estado tiene reconocida por medio de títulos. Público, por otra parte, es un adjetivo que refiere a aquello perteneciente a toda la sociedad o que es común del pueblo. Esto no es para muchos fácil de entender, pero veámoslo de esta manera. Tu ganas $2 mil mensual, y como no te da el dinero para hacer lo que deseas en tu casa, pues decides hacer préstamos para mejorar tu hogar, coges prestado para mejorar lo que ya mejoraste, porque ahora como debes dinero, no te da para pagar el prestamos ni para pagar las deudas que tenías. Esto se refleja en las familias de hoy día que, en vez de ahorrar, gastan lo que no tienen utilizando tarjetas, prestamos, etc. Sin importar las consecuencias. Por eso entiendo que la crisis que vivimos, además de ser una crisis del pueblo, es una crisis de humanidad. El sistema capitalista nos ha llevado a una confusión y peor aún a un desbalance que trastoca las fibras del pueblo (Lo ético, espiritual, cultural, social, político y económica) Aquí el asunto no es tan solo la deuda, es lo que conlleva la deuda. Es la deshonestidad de los líderes, engañando al pueblo año tras año. Es la explotación a los pobres, es la desigualdad, las injusticias que se cometen a causa de decisiones deshonestas de ellos mismos. ¿Cómo podemos mirar este asunto desde la perspectiva de la fe cristiana? La iglesia debe de entender, ¿Qué es ser iglesia? En este punto, la iglesia de hoy ha entendido que es mejor preparar cultos llamativos, hablar un mensaje motivador, antes de confrontar y transformar la vida del ser humano y del pueblo. En Apocalipsis, el deseo del imperio de querer más, la ambición de poseer, causo la destrucción de lo que Juan le llama en Apocalipsis en su visión la caída de la gran Babilonia. Esta caída es producto de todo el maltrato que el pueblo vivió a causa de las malas decisiones del imperio. Hoy en nuestro siglo, no tenemos un imperio que abusa de nosotros, pero tenemos un mal liderato que menoscaba al pueblo, que lacera más la economía del país, que comete injusticias sociales dando privilegios a los ricos, donde se vela los intereses personales y no los del pueblo, donde se ofrece un mal liderato de servicio. ¿y la iglesia? La iglesia ha tomado la decisión de quedarse adentro de las cuatro paredes. Les es más conveniente que inmiscuirse en problemas políticos y que afecten nuestra sociedad. De hecho, muchas de las predicaciones son, que esto afecta al mundo, pero no a los hijos de Dios. Es más fácil, crear cultos llamativos, donde la adoración, la música debe de estar en armonía, aunque nuestras acciones no vayan en armonía con la adoración. La iglesia es una, y su función es trabajar por la unidad de esta. La iglesia es una que incluye, como ocurrió en el día de pentecostés... donde no hay ni judío, ni griego (Gál. 3:28). ¿Cómo dar testimonio ante este panorama? No utilizar el mismo patrón La iglesia no puede vivir bajo este patrón de atropello, por el contrario, debe de actuar bajo el testimonio del evangelio del reino de Dios. No explotar “exprimir” a los miembros La iglesia como no tiene, pues toma la decisión de explotar a sus miembros, de pedir, de pedir, y peor aún, pedir. La iglesia nunca va a la raíz de los problemas, pero aún así ataca, sin saber o tener la información o la técnica correcta. La iglesia primitiva (Hechos) adoraba a Dios con su servicio… de adentro hacia afuera... “Compartían las cosas en común” es por eso, que la invitación desde un principio no es unirnos sino dar testimonio siendo comunidad. Descolonización: Ya viendo con otra perspectiva los problemas sociales que vivimos, ahora quiero hablar sobre la descolonización. Proceso de independencia política de una colonia o territorio en relación con la nación extranjera que lo dominaba. La descolonización significa un proceso por el cual las colonias, territorios alejados de su metrópoli, pero que pertenecen a esos países por derecho de "conquista", dejaron de tener esa calidad, para adquirir soberanía. La descolonización, en este sentido político, se produce mediante la independencia, la integración dentro de un poder administrativo o dentro de otro estado, o mediante el establecimiento de un estatus de libre asociación. Una vez el pueblo es conquistado, es muy difícil quitar ese pensamiento, aunque físicamente no vivas de esa forma. PR está viviendo un gran atropello y los resultados de todo se basa en la codependencia con otros países. ¿A dónde quiero llegar? Cuando estudiamos la biblia, nos educan, nos forman, nos construyen pensamientos que los damos por cierto. Salir de un pensamiento, es muy difícil. De hecho, lo más difícil del aprendizaje es el desaprender para aprender. La iglesia ha vivido por años a pensamiento elitista, un pensamiento separatista, de desigualdad, de división, de sistemas que oprimen y maltratan a los marginados. Sí, estoy hablando de la iglesia. Nuestra verdad, es que vivimos sumergidos en un pensamiento construido(colonizados), y se nos ha hecho difícil salir del mismo. Utilizamos la biblia para formar divisiones, formar más iglesias, menospreciar a los demás, para tener control, en fin, la utilizamos para todo lo que sea nuestro beneficio, pero no para beneficio del evangelio. Cuando hablo de descolonizar, estoy hablando de que tenemos que romper los mecanismos que se nos inculcaron, que menoscaban la dignidad de los feligreses y de las comunidades. En Hechos 2 ocurrió un derramamiento y lo más que se ha predicado es que allí ocurrió fue un derramamiento donde todos perdieron el conocimiento, allí estaban danzando en el espíritu, y no es la realidad que nos presenta el texto. La fiesta de pentecostés era una fiesta tradicional para el pueblo judío. Recuerde que el judío tenía construido un pensamiento que ellos eran los únicos merecedores de la salvación. Por lo tanto, había que judaizar a los gentiles, para que, por sus sacrificios de circuncidarse, entre otros, fueran aceptados ante Dios. Pentecostés se celebraba 50 días después de la pascua, por lo tanto, los turistas que venían a celebrar la pascua se quedaban a celebrar y ve la fiesta de pentecostés. Pentecostés fue el proceso descolonizador de Dios. Dios rompió con todo pensamiento construido y derramo su amor sobre todos para que todos los turistas que estaban allí reunidos de otros países pudieran entender que Dios los amaba de igual forma y que la salvación no era exclusiva si no inclusiva…. Vivimos co-dependientes a otros sistemas. Estos sistemas nos alejan de la realidad bíblica de justicia, de amor, de perdón, sobre todo de aceptación. Vivimos en un sistema donde nuestras iglesias prefieren hacer danza judía, que danza puertorriqueña. Que tocar rock y balada, que bomba y plena. Definitivamente, tenemos que permitir que Dios transforme nuestras mentes(metanoia), para poder abrirnos a los senderos de Dios. Donde todos son mirados por igual, sin exclusividad, sin preferencias, sin cuestión de quién da más, para tener privilegios por mi ofrenda. Por eso vemos tanto atropello en nuestro PR. Como dependemos de lo que otros nos puedan dar, dependemos de lo que otros puedan hacer por nosotros, seguimos explotando a nuestra gente, seguimos viendo el mismo patrón de injusticias, viendo el abuso a las clases medias y pobres. Cuando vemos estas acciones por parte de los gobiernos, la acción de la iglesia debería ser otra por su llamado en sí. El llamado de la iglesia es llevar las buenas nuevas, sanar a los enfermos, liberar a los cautivos…. Testimonio de adentro hacia fuera de la iglesia: Según el Dr. Sergio Ojeda en su libro Hacia una Teología de la Acción Pastoral, la función profética en su sentido general es la proclamación del evangelio . Esto significa que la primera acción o praxis cristiana es la evangelización. El asunto esta en lo siguiente. ¿Cuán dispuestos estamos en salir de nuestras comodidades (físicas y ortodoxas), para evangelizar y dar testimonio? Muchos cristianos piensan que hoy día no podemos salir, porque nos podemos contaminar, y sin santidad nadie vera al señor… ¿Qué es santidad? Para enfrentaron a esta crisis puertorriqueña, donde vemos las injusticias, donde el pueblo está herido, no podemos definir santidad como el alejarnos de este mundo para evitar el pecado. Mucho menos pensar que somos seres angelicales o espirituales olvidando que somos un entero, ante la fragmentación; cuerpo, alma y espíritu. La santidad nos invita a ser solidarios, a ser justos, a entablar conversaciones con los sin rostros. La parábola del buen samaritanos, nos invita a dejar a un lado nuestras diferencias y hacernos prójimo de quien lo necesita. Martyría: es la función profética de la iglesia. La función de la iglesia como medio de evangelización o acción profética, tiene 3 niveles, entre ellos la Evangelización, la Educación Cristiana y la Predicación. El asunto es que para la iglesia del siglo 21 es más fácil crear cultos bonitos y cautivar las emociones, que traer una buena enseñanza. La evangelización se daba en los años 80 y 90 poniendo bocinas en una esquina y el predicador condenaba a todos los oyentes porque simplemente no vivían una vida como los que ellos vivían. Ahora en nuestro siglo, la cosa esta complicada "posmodernismo". Las iglesias han decidido no salir a las comunidades. Es mejor que la gente llegue por referencia al templo. Somos una comunidad aislada, que ha centrado todos sus esfuerzos en el bienestar de las mismas personas. Todo se basa en el yo. Yo estoy bien, yo soy bendecido, yo voy a prosperar. De hecho, uno de los clichés más famosos es la salvación es individual, por lo tanto, para que salir, si la salvación depende de los demás… Creo que se nos ha olvidado que Dios creo comunidades, no solamente personas, que nos formó como seres sociales que tenemos la necesidad de compartir con otros. La iglesia no puede convertirse en antisocial, donde destruye todos los lasos con las personas que le rodean y con los vecinos, que le llamamos comunidad. La Dra. Agustina Luvis dice en su libro, que la iglesia debe ser apostólica. Ser apostólica habla de ser testigos y se hace presente ante los problemas que enfrentan nuestra sociedad. Damos testimonio cuando sentimos y actuamos como enviados a los sin tierra, a los con hambre y sed de justicia, a quienes necesitan una palabra de misericordia, a quienes son de corazón puro, a quienes hacen, luchan y mueren por la paz y son perseguidos por causa de la justicia. En un país en crisis, la iglesia tiene una misión, y la misma es testificar de adentro hacia afuera. Es salir de nuestras comodidades y avanzar el Reino de Dios. La iglesia testifica, cuando comprende que Dios nos llamó a unidad y a sanar y no a destruir. Da testimonio cuando ve a Cristo entre los pobres, los presos, los desnudos y los hambrientos (Mt. 25:33) El Dr. Sergio Ojeda dice en su libro: “La iglesia, como comunidad de fe, se enfrenta hoy a individualismo postmoderno, radicalmente opuesto a la experiencia de vida en comunidad” Es lamentable ver los cultos y los sermones hablando de su conveniencia y no a conveniencia del cuerpo de Cristo. Se requiere una iglesia que opte por la RADICALIDAD del evangelio. Los relatos bíblicos narran la exigencia para seguir al maestro, algo que era radical, requería renuncia, entrega, transformación. Para poder introducir un cambio en la sociedad, debemos de comprender cuan radical es el cambio que la iglesia debe de experimentar. Ya no serían los cultos al yo, que apelen a mis emociones y que me hagan olvidar por 2 horas que tengo un problema que no quiero resolver. Ya no serían los mensajes de la prosperidad donde el mundo está mal, pero la iglesia no, cuando sabemos que los que están sentados en los bancos de la iglesia, son personas que están siendo trastocados por la crisis. Esto significa que hay que ser solidarios efectivamente con las víctimas. Que hay que trabajar por la justicia y luchar por la discriminación en todas su formas y manifestaciones. Testimonio de acompañamiento La iglesia está llamada a acompañar a las personas en sus procesos. Definamos por un momento la palabra Koinonía. El Dr. Ojeda, la define en su libro de la siguiente manera: “pondera la idea de participación, comunidad, especialmente cuando se comparte una estrecha relación. Koinonía expresa una relación recíproca, la idea de comunidad con otras personas. Es siempre usado en una activa participación donde el resultado depende de la cooperación tanto de los receptores como de los dadores” La iglesia postmoderna utiliza la Koinonía para compartir entre nosotros mismos. El Dios de Nuestro Señor Jesucristo es un Dios que se adelanta, que sale permanentemente al encuentro del hombre (parábola del Hijo Prodigo) Esta iniciativa de Dios es muy variada, pues se hace creación, invitación, diálogo, esperanza, alianza, tierra prometida, etc. La misma llamada a la existencia es para cada persona cercanía personal, cariñosa y comprometida de Dios: "Antes de haberte formado en el seno materno Yo te conocía" (Jr 1,5). La iglesia postmoderna tiene la responsabilidad de acompañar a los afligidos, a los que están sin techo, a los que viven marginados. Esto cada día va menguando por la sencilla razón que hoy día los líderes religiosos son intocables, impersonales, y tienen poca comunicación con la feligresía y la comunidad en sí. Para poder acompañar a la comunidad hay que formulamos las siguientes preguntas ¿Conocemos nuestras comunidades? ¿Conozco su cultura? ¿Cuál es la problemática social? ¿Qué necesidades hay en las familias? Para así poder ser efectivos en nuestra tarea de ser iglesia. Acompañamiento viene de la expresión padre espiritual. Nuestro llamado no es cambiar este mundo, eso es asunto de Dios. Nuestro llamado es acompañar a las personas. No es decirle o resolverle los problemas, es simplemente acompañarlos en sus problemas. Acompañamiento es aproximación, es ser sensible a la crisis que vivimos para testificar el poder de Dios. La crisis que vive nuestra gente, que vivimos todos en este país, pone a prueba a toda la comunidad cristiana, porque cuestiona nuestro nivel de solidaridad y de radicalidad, con el seguimiento al mensaje de Cristo. Nos preguntamos ¿Dónde se han echado los valores del Reino de Dios? ¿En qué momento se cambiaron los valores por el individualismo, el enriquecimiento fácil a cuesta de los demás y peor aún, el querer siempre aparentar ciertos niveles de vida espiritual donde causan divisiones en vez de unidad. La respuesta a esto debe de ser sencilla, debe de ser solidarios con los grupos marginados de nuestra comunidad y recobrar los valores cristianos. Se busca una iglesia que opte por la radicalidad del evangelio. Nos podemos hacer muchas preguntas ante el panorama que vivimos, pero creo que ante las preguntas tenemos la mejor opción, poner en práctica el llamado de Dios de testificar, de acompañar, de bendecir al pueblo. La Dra. Agustina Luvis culmina su presentación diciendo: “¿No es cierto que la crisis que vivimos es también de fe y que es necesario superar la situación de mediocridad en que parecen estar sumidas muchas iglesias? ¿Podrá la iglesia, sin insistir en la radicalidad del seguimiento como oferta universal, evitar el peligro que representa la adaptación pasiva a la mentalidad de bienestar del tiempo presente? ¿No será que la iglesia ha perdido su fuerza irradiadora porque en el fondo exige muy poco, o presenta con poca claridad sus exigencias a la luz de last prioridades del evangelio? ¿Y en lugar se ha sumergido en un peligroso narcisismo denominacional? Nuestro Reino definitivamente no es de este mundo. Por lo tanto toda acción de la iglesia no puede ser basada en los parámetros de este mundo, sino de los de Dios. El reino es amor, justicia, misericordia. Dejémonos guiar por ellos, y veremos un mundo distinto... Les ama!!! Pastor Carlos Armando |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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