Muchas veces escucho a personas decir y utilizar textos bíblicos donde habla que Dios traerá justicia y paz a nuestra tierra. Escucho a predicadores decir que tengamos paciencia porque es que Dios está trabajando. Otros esperan que la justicia sea como al otro le va mal, porque Dios ha prometido justicia para tu vida, y así consecutivamente la palabra justicia es mencionada desde los púlpitos una y otra vez.
La mayoría de las iglesias, en sus círculos de oración, piden por justicia, por La Paz, y porque Dios ponga su mano en nuestro país. Oramos como si Dios mismo tuviera que bajar de los cielos, para que arregle todo este revolú que hemos causados los seres humanos. Yo creo en la oración, que en el poder de la oración, del ayuno, creo que la comunicación con Dios, creo en las disciplinas espirituales para poder conectarnos co nuestro Padre celestial. Donde tengo problemas en creer simplemente que las cosas se van a resolver porque vamos al templo a orar. Creer que Dios hará justicia porque simplemente oramos y ya... Sentémonos a esperar que Dios haga justicia. Tengo problemas, porque cuando leo la Biblia, no es lo que la Biblia me pide que haga. ¿Qué es lo que hay que hacer entonces? La respuesta es la siguiente. Jesús, vino a este mundo como un Rey a predicar el año agradable a los pobres, a los marginados, a los que no se contaban en los censos, en fin, el vino a traer justicia e igualdad aún cuando el sistema religioso se lo impedía. Justicia es una palabra muy complicada y difícil de interpretar. Cada cual la utiliza a su conveniencia y esperando resultados distintos, pero que sean resultados divinos. Jesús, vino a esta mundo a darle a los que no tenían oportunidad, vino a traer regalo inmerecido a los que lo Fariseos despreciaban. ¿Qué es lo que e quiere enseñar hoy? De nada vale que piamos justicia y esperar que ocurran en nuestro Puerto Rico, sino nos levantamos y salimos de nuestros templos, de nuestras parroquias y nos identificamos con los marginados, con los pobres, con aquellos que el sistema político oprime, aquellos que las mismas iglesias oprimen. En mi opinión, la iglesia debe de dejar de pedir tanta justicia, sino vamos a salir a defender y a denunciar. La iglesia tiene que tener voz profética no sólo en las redes sociales, tenemos la responsabilidad de caminar y acompañar a los que están sin techo, a los que tienen hambre, a los que están presos, a los que viven despreciados en acciones concretas. En estos días, el pueblo de Puerto Rico se ha indignado ante el depósito de cenizas en el Pueblo de Peñuelas. Las redes sociales se han desbordado de apoyo. Pero les lanzó un reto mayor. Este lunes 28 de noviembre, habrá una manifestación de No más cenizas en Peñuelas, frente al Capitolio a las 4:00pm. Es el momento de dejarle saber a nuestro pueblo que estamos con ellos y que les acompañamos no en palabras bonitas en facebook, sino que caminaremos juntos por su justicia social. Estoy seguro que Jesús no pediría oración. Él, simplemente saldría con esta comunidad a luchar por sus derechos. Actuemos más, porque la justicia no se pide, la justicia se actúa en el nombre de Jesús. Que nuestra praxis pastoral sea salir de nuestros templos y transformar nuestro pueblo en el nombre de Jesús. Pastor Carlos Armando
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Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Enero 2025
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