Lucas 3:1-6
En la historia de Lucas, podemos ver los nacimientos de Juan y Jesús como algo inesperado. Ambas mujeres no esperaban las noticias de tal acontecimiento. En la Historia, el pueblo estaba en espera de un rey. Este rey vendría a poner un orden en el pueblo. Este rey era tan esperado ya que había sido anunciado en profecías anunciadas. Aquí en este capítulo, vemos a un Juan predicando. Dice Lc que él vivía en el desierto y que Dios le habló allí en un momento en específico. Ese momento fue cuando Tiberio tenía quince años como emperador de Roma y Pilato como gobernador de Judea. Es importante afirmar los tiempos de estos gobernantes ya que el mensaje de Juan en ese entonces era en contra de los que estaban en el mandato. La pregunta que nos tenemos que formular es la siguiente: El reinado de Jesús ¿Cumpliría con las expectativas del pueblo? Lucas está mencionando todos los gobernantes de las regiones y afirma un anuncio de Juan en el desierto. “Juan fue entonces a la región cercana al río Jordán. Allí le decía a la gente: «¡Bautícense y vuélvanse a Dios! Sólo así Dios los perdonará.» (Luc 3:3) Este anuncio tiene que ver con una palabra dada en el Antiguo Pacto. Volverse a Dios. Juan estaba tan involucrado en su mensaje que anunciaba en el desierto algo que ya se había anunciado por el profeta Isaías. Cuando leemos el libro de Isaías, el mismo está lleno de palabras de esperanza hacia el pueblo. Uno de los textos que es uno de mis favoritos es una promesa que se da exactamente en el desierto ante un pueblo incrédulo queriendo volver a su pasado. Isaías dice: “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. (Isa 43:18-19) Note la promesa de Dios ente un pueblo que había experimentado un desierto y esclavitud, hambre, persecución. Ahora Dios les estaba dando una promesa de que abriría camino en el desierto. El desierto es tierra estéril, pero Dios siempre prometió que convertiría en bosque, en oportunidades, en nuevos caminos el desierto. Ahora tenemos a un Juan, ofreciendo un discurso a la par de lo que Isaías había anunciado. cómo está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados; (Luc 3:4-5) Juan afirma las palabras del profeta y dice: “como está escrito” aquí vemos una afirmación del profeta y una invitación. ¿Cuál es la afirmación e invitación? Isaías había clamado en el desierto que prepararan un camino… Juan está haciendo referencia a Isaías 40:3-4. Donde Dios está trayendo una promesa al pueblo, nuevamente ante el desierto. Esta promesa es la proclama de que en breve Jehová va a conducir a su pueblo del cautiverio a la libertad, de Babilonia a Jerusalén, por un camino que atraviesa el desierto y el Arabá (o soledad). El desierto es la conciencia del pueblo, pero hay una redención y la misma requiere una preparación digna. Preparad es la invitación que todavía el pueblo está en la expectativa de la llegada de esta redención por el nuevo rey. ¿Por qué Juan afirma esta profecía? En aquellos tiempos, antes de que un rey emprendiera un viaje, los mensajeros tenían que planificar la visita y de preparar el camino. Este camino que Juan está anunciando era un camino duro, con collados, montes, caminos torcidos y caminos ásperos. Así que este rey al cual hay que prepararles el camino ya venía con una promesa. La realidad es que cuando Isaías lo anuncia, el pueblo no se imaginaba en Jesús. Jesús no estaba en su panorama, pero Juan si, ya Juan lo estaba anunciando y preparando. La iglesia tiene el mismo llamado que Juan le hace al pueblo. ¡Preparad el camino! Muchas personas viven todavía pensando en Maria. María dejó muchos caminos torcidos, dejo muchos montes y collados sin esperanza. No tan solo Maria nos dejó de esa manera. Vivimos un tiempo donde el gobierno continúa lacerando a las familias puertorriqueñas, vivimos aterrorizados por la criminalidad rampante a cualquier hora del día. Así que este anuncio de Juan se hace pertinente a nuestros días. La responsabilidad de la iglesia es preparad el camino. Es interesante esta afirmación o mandato de preparad el camino, porque la realidad es la siguiente. Es la iglesia la que tiene que predicar por palabras y testimonio, con acciones, con justicia, con amor a nuestro pueblo. Eso sería preparad el camino. Es la iglesia la que tiene que educar con estudios profundos que nos lleven a la reflexión y la transformación. Estudio que nos apele y nos convoque a continuar preparando el camino. La pregunta sería ¿por qué preparar el camino? Porque quien enderezará los caminos torcidos, quien rellenará todo valle, quien abrirá camino en el desierto es el Rey al cual nosotros le preparamos el camino. La iglesia de este tiempo y de todos los tiempos tiene y tendrá un gran reto. Salir de los templos y anunciar el año agradable, que este rey ya viene, que este rey hace las cosas nuevas, que este rey está con nosotros y su promesa se cumplirá en nuestras vidas, familias e iglesias. Que, en estas navidades, podamos preparar el camino a nuestra gente, a nuestros vecinos, a nuestras comunidades. Que vean que hay esperanza en esta época tan hermosa de la navidad. Así nos ayude Dios Pastor Carlos Armando |
Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Actualmente está cursando un certificado en Administración de Iglesias. Archivos
Marzo 2025
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