Venid a mí todos los cansados

» Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.
(Mat 11:28)
 Cuando hablamos de Jesús, hablamos de Dios en vida propia. Hablamos de alguien que fue certero en todo momento a la hora de tomar decisiones, a la hora de impactar la vida de otros. 
Cabe la posibilidad que cuando leemos el texto los personajes que se encentraban allí estaban experimentando algún proceso de agotamiento emocional muy distinto al nuestro, pero no deja de ser un agotamiento emocional.
 
 
A mí me encanta saber que a mi Dios le preocupa nuestras emociones y nos invita a venir a él y que descansemos en él.  El seguir a Jesús tenia de alguna manera una carga, un yugo y Jesús quería dejarle saber a sus seguidores que el estaría ahí para sobrellevarlos.
 
Ahora bien. Cuando hablamos de esta invitación, la escucho como si fuera para mí en estos momentos. La escucho como si fuera para ustedes en estos precisos momentos.
 
¿Cuáles son los síntomas?

• Debilidad: sentimos que no tenemos la capacidad suficiente para afrontar el día a día.
• Sensación de estar constantemente abrumado
• Estado de nervios o incomodidad
• Somatizaciones: dolores de espalda, de estómago, cabeza más de dos veces en semana…
• Falta de motivación o bajo estado de animo
• Sin fuerzas
• Problemas de sueño
• Irritabilidad
• Falta de atención

 
Entre otros síntomas que pudieran existir, noto que hoy muchos de nuestros hermanos en la fe pudieran estar experimentando algún síntoma de agotamiento emocional.
 
Yo me he mantenido en la calle trabajando y veo a mi sociedad cansada. Veo a mis hermanos angustiados. Tristes ante la perdida de seres queridos y no poder darle una sepultura digna.
 
Yo quiero comenzar esta reapertura al templo haciendo la misma invitación que hace Jesús… vengan a mi todos los cansados y trabajados.
 
Hermanos y hermana… hoy podemos sentirnos cansados y trabajados. Y se vale llorar, se vale sentirse vulnerable, se vale sentirse cansado…
 
Porque para los que se sienten así hay una invitación; los hare descansar.
 
Ahora bien. Analizando todo esto que estamos experimentando. Los cambios en la vida siempre traen consigo frustraciones y resistencia.
 
Para nosotros todo esto es un estilo de vida totalmente nuevo y ajustarnos nos va a costar.
 
Pero mi hijo y los que están naciendo en este momento histórico, para esta generación será algo normal.
 
El Covid trajo una reforma involuntaria… no la estábamos pidiendo ni la esperábamos, pero llego y trajo consigo muchos cambios en todo el planeta.
2. ¿Quiénes están cansados en nuestra sociedad?
 
 
Ante todo, este panorama… me formulo la siguiente pregunta ¿Quiénes son los cansados y trabajado de nuestra sociedad?
Veo al sector hospitalario drenado ante tanta crisis.
Veo al sector de la tercera edad angustiados
Veo a las familias jóvenes con tantas preguntas e interrogantes ante este nuevo reto.
Los niños también están cansados y trabajados. Los niños también sienten el stress y la crisis y lloran por la ansiedad de poder contaminarse.
 
Así que veo a líderes religiosos que también lloramos y sentimos nuestras cargas ante todo lo que estamos experimentando.
 
En fin. Ante toda esta problemática de vida que vivimos, ante los nuevos protocolos de salud que tenemos que aprendernos. De lavarnos las manos cada cierto tiempo, de andar con espray, con alcohol para desinfectar, de vivir un nuevo orden.
 
Todo esto es stress constante, súmale ahora que julio trajo nuevamente los temblores.
 
Y podemos sumarle a este momento todos los eventos que nos traen stress.
 
Ahora quiero hacerte una invitación.
 
Quiero que pienses en las promesas que Dios tiene para ti.

• Salud, tu familia, trabajo, etc. No se… simplemente quiero que pienses que esas bendiciones.
• Ahora quiero que tomes en serio la invitación que nos hace Jesús. Lo bueno de Jesús es que el piensa en ti, piensa en mí, piensa en tus hijos, en tus padres, en tus abuelos… el piensa en cada detalle y te dice: vengan a mi todos los cargados y trabajados, porque yo los hare descansar.

 
 
¿Cómo podemos descansar en él?
 
Hoy si tienes que llorar llora, o si tienes que arrodillarte en el banco hazlo, hoy si tienes que rendirte ríndete. Pero deja que Dios tome tus cargas. Dios es fiel a sus promesas y de seguro te dará la tranquilidad que tanto anhelas.